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«Carolina quería irse, ya no soportaba vivir de esa manera»

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26 de enero 2017 – 01:30 Fany Coro, mamá de la joven quemada por su pareja, reclama justicia.
"Tenían peleas de pareja, pero nunca pensé que iba a pasar esto", aseguró.

Yamile Abraham

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{[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ content ]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ titulo ]} {[ epigrafe ]} {[ copyright ]} "Quiero que se haga justicia. Justicia por mi hija. Justicia por mi nietita. Justicia, justicia…". El reclamo le sale a Fany Aideé Coro mezclado con dolor, un dolor tan grande que la voz suena entre sedada y tranquila. Y cuando el dolor intenta asomar en lágrimas sacude levemente la cabeza: "No, no me puedo quebrar, tengo que estar bien, tengo que luchar por mi nietita".
Ayer en la tarde le entregaron el cuerpo de su hija Carolina Saracho, la joven de 28 años que el sábado 21 fue quemada por su pareja, Andrés Cruz, de 22 años, en la casa que compartían en barrio Norte Grande. La muchacha tenía el 80 por ciento del cuerpo quemado y tras batallar cuatro días falleció el martes al atardecer en el hospital San Bernardo.
"Sabíamos que tenían peleas de pareja, pero nunca pensé que iba a pasar esto. Ellos habían ido a pasar las fiestas de fin de año con nosotros en Buenos Aires, pero no vimos nada que llamara la atención", aseguró la mujer.
Carla Olarte, hermana de Carolina, tampoco recibió un alerta a pesar de las constantes comunicaciones. Sabía que la pareja tenía discusiones, pero nada que hiciera sospechar de un mortal ataque como el que sufrió la joven el sábado 21.
"Nosotras hablábamos todos los días. Yo le preguntaba cómo estaba, qué hacía, pero no decía mucho. Sí nos extrañaba. Ella se quería ir a Buenos Aires porque nosotros somos muy unidos y nos extrañaba mucho y nosotros a ella", indicó.
Una pelea decisiva
La semana pasada Carolina le contó a su madre que habían tenido una pelea con Andrés y que él le había pegado.
"Yo me enojé mucho y le dije que se viniera con nosotros, que yo le mandaba los pasajes, que agarre los documentos de la nena y que se venga. Al principio estuvo de acuerdo pero al otro día me llamó y me dijo que no, que ella quería hacer bien las cosas, que iba a hablar con él…", recordó.
Sobre el motivo de la pelea, la mujer le preguntó a su hija y la respuesta fue casi obvia: "Por celos, porque parece que la madre le cubría cosas a él y ella había discutido ese día con la suegra, entonces él se enojó y le pegó. Ahí fue cuando le dije que se viniera, que le mandaba los pasajes".
Entonces, Fany lo llamó a su yerno:
– ¿A vos te parece lindo lo que le hiciste a Caro? Es lo último que esperaba, Andrés…
-No, pero fue solo un cachetazo. No va a pasar de nuevo.
"Yo aún tengo guardado un mensaje que él me mandó al otro día, donde me pide disculpas, que no lo iba a hacer más, que ya habían hablado con Caro para vender la moto para irse los tres a Buenos Aires", agregó la señora.

La relación

Hace casi tres años Carolina Saracho conoció a Andrés Cruz en Buenos Aires y comenzaron su relación. Poco después la joven quedó embarazada (ella ya tenía un hijo de una relación previa) y cuando nació su pequeña beba, la pareja se trasladó a Salta. En esta ciudad se instalaron en la casa de los padres de Cruz, en el barrio Norte Grande.
Al llegar a Salta, después del mortal ataque a Carolina, recién la familia de ella empezó a conocer algunas cosas que la joven no contaba.
"Ella no tenía amigas aquí, no salía y si lo hacía era con los chicos para comprar cosas o con él y los chicos. Recién se hizo de amigas cuando le tocó ir al jardín al nene, donde conoció a otras mamás", sostuvo Carla.
Tras la llegada de ambas mujeres, vecinos y amigos de la joven quemada les contaron que la vida de Carolina junto a Andrés no era tan tranquila como parecía.
"Ahora se habla de que él la dejaba encerrada, que parece que le pegaba. Yo dos veces quise llevármela a Buenos Aires pero siempre era lo mismo, ese día se animaba y al otro día llamaba diciendo que había hablado con él y que todo iba a estar mejor", relató Carla.
"Parece que ella le creía que él iba a cambiar y que iban a estar bien", dijo resignada Fany.

El ataque

El sábado, cerca de las 6.30, habría ocurrido la agresión. Cerca de las 8, el sistema 911 recibió un alerta sobre una joven quemada en una casa del barrio Norte Grande. Al llegar la patrulla, encontraron a Carolina con gran parte del cuerpo quemado. Andrés dio dos versiones: a la Policía, que su novia había querido suicidarse. Después, frente al fiscal aseguró que fue un accidente porque él tenía en una mano una botella de alcohol y en la otra un cigarrillo encendido.
"No sé qué le pasó a este chico, no sé qué se le cruzó por la mente. Él dice que fue un accidente, pero no, no es así porque mi hija estaba toda quemada. No le dejó ni las uñas del pie. Mi hija era una momia, no la reconocí, salvo un tatuaje que tenía en el hombro", remarcó la señora.

La sorpresa que no fue

Con la complicidad de una hermana y de una prima, Caro había preparado una sorpresa para la madre. Ya tenía un pasaje a Buenos Aires para el sábado 21, a las 16.30. Quería darle una sorpresa a su mamá, además de buscar a su hijo.
"Ella buscaba al nene, volvía a Salta, levantaba sus cosas y se iba con los chicos, con o sin Andrés. No sabemos si él no quiso que viajara. Hay muchas preguntas, muchas cosas que no sabemos. En la casa, cuando la atacaron, habían más personas y no la ayudaron. Es evidente que Carolina quería irse, ya no soportaba vivir de esa manera", afirmó Carla.
En efecto, la joven había planeado su regreso, pero horas antes fue brutalmente agredida.
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