Internacional
13/02/2017 Pyongyang
China y Rusia se sumaron a la condena contra la prueba misilística de Corea del Norte
El lanzamiento de un nuevo misil por parte de Pyongyang volvió a aumentar la tensión en la región, y provocó el alineamiento de la comunidad internacional.
China y Rusia, tradicionales aliados de Corea del Norte, se sumaron al masivo rechazo de la comunidad internacional el nuevo ensayo misilístico de Pyongyang, que, en el marco de una escalada de tensión, llevó a que a pedido de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, el Consejo de Seguridad de la ONU sesione este lunes para analizar eventuales sanciones.
El lanzamiento de un nuevo misil por parte de Pyongyang durante las primeras horas del domingo volvió a aumentar la tensión en la región, y provocó el alineamiento de la comunidad internacional que, con sus matices, condenó la prueba.
El proyectil, lanzado desde la base de Banghyeon, en la provincia de Pyongang, y que según las imágenes difundidas por medios locales, fue monitoreado en persona por el mandatario norcoreano Kim Jong-un, recorrió unos 500 kilómetros antes de caer en el mar de Japón.
En momentos en los que se conoció la noticia de la prueba, el mandatario japonés se encontraba en Washington, donde realizó una visita oficial al presidente estadounidense Donald Trump.
Pese a los intempestivas apariciones mediáticas del mandatario norteamericano, en esta oportunidad los presidentes se mostraron juntos y destacaron, antes que un duro rechazo a Pyongyang, la sintonía bilateral.
En rigor, la respuesta más contundente de Estados Unidos y Japón llegó por la vía diplomática, cuando junto con Corea del Sur, le reclamaron al Consejo de Seguridad de la ONU una reunión urgente para analizar los alcances de las pruebas militares norcoreanas.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores japonés le confirmó a la agencia de noticias EFE la petición tramitada por su gobierno, en coordinación con sus dos aliados, para celebrar lo antes posible una junta del órgano ejecutivo de la ONU.
Por su parte, una fuente diplomática indicó a la agencia surcoreana Yonhap que el Gobierno de Seúl está buscando una "respuesta" a través del Consejo de Seguridad para castigar a Pyongyang por su última prueba armamentística.
La presidencia del principal organismo de seguridad de las Naciones Unidas confirmó de manera oficial, a través de un comunicado, que la reunión se concretará en la tarde de este lunes, para abordar el lanzamiento del misil el domingo por la mañana, aunque no será el único tema ya que había previsto con antelación un debate sobre terrorismo.
La reunión, a puerta cerrada, se celebrará alrededor de las 17 hora local, según indicó un portavoz de la misión ucraniana, que este mes dirige los trabajos del Consejo de Seguridad.
Se descuenta que el organismo realice cuanto menos una condena pública, ya que al rechazo de Estados Unidos, país con poder de veto ante el Consejo, también se sumaron China y Rusia, dos aliados de Corea del Norte.
"Consideramos el lanzamiento del misil realizado por Corea del Norte el 12 de febrero como un nuevo menosprecio a las exigencias contenidas en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Ello es lamentable y no puede dejar de causar preocupación" sostuvo la cancillería rusa mediante un comunicado de prensa.
Moscú, un aliado implícito de Pyongyang, llamó a "todas las partes interesadas a hacer gala de sangre fría y a abstenerse de acciones que conduzcan a una escalada de la tensión" y reiteró el convencimiento de Rusia de que la vía político-diplomática es la única que puede llevar al arreglo a los problemas de la península coreana, incluido el nuclear.
Japón, país enemistado históricamente con Corea del Norte y afectado por algunas de sus pruebas militares, ungió a China a que presione a Pyongyang para detener los ensayos, algo que Beijíng hizo aunque expresó diferencias respecto de las posiciones de las potencias occidentales.
Durante una rueda de prensa, el vocero del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Geng Shuang, manifestó el rechazo del gigante asiático a la prueba balística pero consideró que todos los países deberían "asumir su responsabilidad" en el caso.
"(China) ha estado haciendo esfuerzos para resolver el problema. Nuestros esfuerzos son evidentes", cruzó Geng, en una clara respuesta a la demanda de Japón y abogó por que "todas las partes involucradas deberían mantener la calma y actuar con moderación".
En rigor, la prueba es el primer lanzamiento de un misil por parte del gobierno comunista en lo que va del año y ocurre luego de un año en el que Corea del Norte fue sancionada en dos oportunidades por el Consejo de Seguridad de la ONU a raíz de la prueba de dos bombas nucleares en apenas ocho meses y el lanzamiento de más de 20 proyectiles.
El lanzamiento tuvo una amplia cobertura en los medios norcoreanos y protagonizó la portada del Rodong Sinmun -el diario oficial del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte-, con un gran despliegue fotográfico en el que se ve al propio líder Kim Jong-
un dirigiendo las operaciones en un clima de júbilo.
En las imágenes, Kim observa el lanzamiento, el primero que lleva a cabo Pyongyang desde octubre, en un centro de control, y posa sonriente entre personal militar de la base de Banghyon, desde donde se disparó el proyectil.
En la publicación además se reproducen imágenes del misil, de una unidad de medio alcance Pukguksong-2 (Estrella Polar-2, en coreano), que también fue ampliamente difundida a través de la Televisión Central de Corea del Norte (KCTV).
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