Comenzó la Chaya, con una distinción del ministro de Turismo de la Nación

Turismo

10/02/2017 La Rioja

Comenzó la Chaya, con una distinción del ministro de Turismo de la Nación

El Festival Nacional de la Chaya 2017 comenzó anoche en la ciudad de La Rioja, con la presencia del ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, quien en el acto inaugural entregó al gobernador de la provincia, Sergio Casas, la Marca País Argentina a esta fiesta, la más importante de la provincia.

Por José Carlos Marino

Bajo el lema “La Rioja Vuelve a Chayar", se dio inicio en dos escenarios montados en el autódromo de la capital riojana a la parte artística de la celebración, que contará con reconocidos artistas provinciales y nacionales.
El festival de escenarios se complementa con el festejo multitudinario de la gente en las calles, arrojándose harina, papel picado y agua, todos con un ramito de albahaca en la oreja, y danzando al ritmo de grupos al aire libre en diversos puntos de la ciudad.
El ministro Santos destacó destacó durante el acto que “la Chaya es una fiesta federal. Aquí hay turistas de todas partes del país que vinieron a disfrutar de las tradiciones riojanas, haciendo un importante aporte económico a la provincia, porque aporta trabajo y dinamiza la actividad económica".
Los platos fuertes de la primera noche del festival, que se extenderá hasta el lunes próximo, fueron "La bruja" Salguero, Sergio Galleguillo, Luciano Pereyra y Los Tekis, y entre los funcionarios también estuvieron el ministro de Defensa, Julio Martínez; el viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor, y autoridades provinciales de Turismo y Cultura.
La fiesta de la Chaya se basa en una tradición riojana que conmemora a los antepasados diaguitas, donde niños, jovenes y adultos festejan en las calles de los barrios con harina, agua y albahaca.
El sentido de tirarse harina consiste en estar iguales, "blanqueados", y borrar las barreras sociales y raciales que dividen al pueblo, para que sea un festejo para todos, en iguales condiciones.
Durante la primera jornada del festival, luego de la medianoche, una copiosa lluvia cayo sobre la multitud que desbordó el autódromo de la ciudad, pero no impidió que el público, mayoritariamente juvenil, disfrutará a pleno del espectáculo y, entre tema y tema, la harina fluyera a puñados hasta la madrugada.