Conmovedora carta de la hijastra de un tripulante del ARA San Juan
Aún sin respuestas, crece el dolor de los familiares de las víctimas. Leé qué escribió.
Virginia Reta, hijastra del submarinista Hernán Rodríguez, compartió una emotiva carta en la que expresa sus sentimientos y, pese a la angustiante espera, relata el día a día de las 44 familias que aún aguardan el retorno de los ya considerados héroes.
«Hace tres meses el tiempo se detuvo, después de una llamada nuestro mundo quedó patas para arriba. Tu desaparición es la oscuridad más intensa, en esa oscuridad de un inmenso mar te buscamos, te esperamos días y noches», reza el primer párrafo de la carta dedicada a todos los tripulantes de la nave pero, sobre todo, a Hernán, el mendocino que era el jefe de Máquinas del submarino.
«Nos reconfortamos viéndote en los sueños, a veces caemos y lloramos, otras veces se nos infla el pecho de odio contra todos los cómplices y responsables de tu desaparición. Pensamos en vos todos los días, por acá no se deja de rezar y pedir por vos y tus compañeros, por acá no se pierde la fe», es otro de los pasajes del escrito, en el que apunta directamente a los responsables de esta tragedia que conmueve a todos los argentinos.
El 15 de noviembre de 2017 comenzó esta pesadilla para las familias de los tripulantes. En unas líneas, Virginia refleja lo que ellos viven mientras esperan explicaciones: «Nos quieren parar, nos quieren tumbar, pero somos infatigables. El ser humano es capaz de hacer de todo para no perder lo que ama y es lo que hacemos, luchamos contra viento y marea». La nota finaliza con un mensaje de despedida y, a la vez, de encuentro: «Con amor. Hasta encontrarte».
Una réplica para rendirles homenaje
Vecinos de la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia construyeron una réplica del submarinoARA San Juan, que inició un recorrido por todo el país para homenajear a los 44 tripulantes.
“La idea es compartirlo con todos los argentinos y que se hagan homenajes en los lugares que más se pueda”, indicó Gonzalo Pérez, miembro de la Agrupación Isabel que participó de la construcción. El periplo se inició en Trelew para el resto del país. Así, la estructura llegó a Sierra Grande, en Río Negro, donde reside uno de los padres de los submarinistas.
La Agrupación Isabel demoró 10 días en crear esta réplica, cuyas dimensiones son de un cuarto del original, y en ella trabajaron entre 3 y 15 personas. La construcción consta de 16 metros de largo, 5,80 metros de alto y 4 metros de ancho.