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Cuál es el mejor momento para ducharse, ¿la mañana o la noche?
Es un viejo debate que puede ser saldado al conocer los beneficios de cada instancia del día. Las claves para elegir la mejor opción.
Ducharse de día o de noche, ésa es la cuestión. Los fundamentos son variados sea que se prefiera el inicio o el fin de la jornada, pero hay pocos que puedan permanecer indiferentes ante esta pregunta que busca determinar cuál es el mejor momento para tomar una ducha reparadora.
Hay quienes usan la ducha por la mañana para terminar de despertar, mientras que hay otros que buscan relajarse y cerrar definitivamente el día para pasar a dormir. Los fundamentos para optar por uno u otro momento son igualmente válidos.
Los beneficios tras optar por ducharse en la mañana son los siguientes:
• La grasitud de la piel se genera con mayor profusión durante la noche, por lo que una ducha matutina ayuda a eliminar este excedente.
• Para quienes tardan mucho tiempo en “activarse”, una ducha a primera hora de la mañana permite despertar la mente y encarar rápidamente el día.
• Luego de una ducha, hasta la barba más tupida se puede recortar o afeitar con mayor facilidad.
• Se elimina el sudor nocturno.
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Por otra parte, quienes eligen ducharse de noche argumentan con los siguientes puntos clave:
• La ducha puede durar más tiempo que la versión matutina y puede ser tomada con mayor tranquilidad.
• Se re hidrata la piel, que pudo haber sufrido resequedad y roces durante la jornada laboral.
• El vapor del baño abre los poros de la piel y ayuda a eliminar el maquillaje.
• Elimina las tensiones en cuello y hombros.
La investigadora y profesora de Harvard Shelley Carson publicó el libro “Your Creative Brain” en el que asegura que en términos de creatividad, una ducha de unos minutos “tiene más potencial que horas frente a la computadora de la oficina”. Es que según el estudio el cerebro se encuentra “más activo cuando no está concentrado en una tarea”. La profesora reveló además que las personas más creativas “son también las más distraídas”.
En conclusión, el momento perfecto para la ducha depende de las preferencias de cada persona. Hay quienes necesitan un instante que motive una relajación extra y hay quienes prefieran un shock de energía por la mañana. Lo importante es que cada persona descubra cuándo percibe una mayor sensación de bienestar al salir del baño y encarar sea la noche o el día.
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