Cuencos tibetanos para escuchar los sonidos del cuerpo
Salta | Artes & Vida Cuencos tibetanos para escuchar los sonidos del cuerpo
25 de enero 2017 – 01:30 Entrevista a Karina Chauque Profesora de yoga e instructora de estos instrumentos ancestrales.
{[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ content ]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ titulo ]} {[ epigrafe ]} {[ copyright ]} En un mundo donde la velocidad gana terreno, es bueno repensarnos en la tranquilidad del silencio o generando ámbitos propicios para neutralizar el estrés de la vida diaria. Para ello, una de las técnicas más ancestrales del mundo se vincula con una antigua práctica oriental.Karina Chauque es profesora de yoga, y desde hace una década trabaja con sonidos de cuencos tibetanos, que son herramientas antiquísimas de alineación energética utilizadas, entre otras ramas, por la musicoterapia. Así, la especialista, quien junto al orfebre Franco Salaberry fabrica estos elementos en su casa de San Lorenzo, con metales, fuego y a golpe de martillo, como los hacen en el Tibet, explica: "Se trata de un instrumento que tiene fines terapéuticos. Está formado por el cuenco propiamente dicho y la baqueta. Al golpear ambos elementos se produce el sonido. Ninguno puede funcionar sin el otro: el cuenco representa a la energía femenina, y la baqueta a la masculina". A partir de ese contacto se emiten armónicos que "son sonidos que tienen una nota principal (por ejemplo do) y después despliegan todos los sonidos que la acompañan para establecer el equilibrio de esa nota do". Asimismo, agrega: "Nuestros cuencos hacen énfasis en poder trabajar la energía, no son simples instrumentos bonitos"Estos cuencos están hechos en bronce, que es una aleación de cinco metales. Se dice que deberían ser siete, incluidos la plata y el oro. En el caso de Chauque, no utilizan estos últimos "por cuestiones de costo, para que sean accesibles y tengan un nivel de calidad. Trabajamos mucho la calidad del instrumento energéticamente. Cada cuenco es único porque está hecho de forma artesanal y además porque se cuida la energía al hacerlos", recalca.
Sonidos que hacen bien
Por otra parte, Chauque señala que no todos los cuencos sirven para hacer limpiezas energéticas, por cómo están hechos o tienen un sonido seco. "Si el sonido no despliega todos los armónicos y no perdura no va a producir una excelencia en el trabajo que queremos hacer"Además de fabricarlos, Karina brinda talleres de acercamiento a los cuencos. Y asegura: "Cualquier persona puede aprender a utilizarlos, para meditar o limpiar los espacios. Este tipo de instrumentos nos armoniza de una forma más elevada"A partir de los cuencos, que tienen beneficios para cualquier persona, plantas y animales, se puede contrarrestar la depresión y el insomnio, entre otras cosas. "El sonido de los armónicos, cambia el ritmo del corazón, de las ondas cerebrales, incide sobre la respiración. Si mi cuerpo físico está con una vibración baja, porque tengo problemas o estoy estresado, un sonido de una frecuencia más alta o equilibrada va a normalizarme en forma directa, en forma inconsciente. Sin que yo quiera va a suceder. Ahora, si además pongo una intención, por ejemplo meditando en el que busco ese equilibrio, el sonido accede más rápido" detalla la joven marplatense radicada en Salta.
Terapia antiestrés
Y en seguida añade: "La utilización de estos elementos, en terapias de seis meses o tocándolos diariamente, disminuye la ansiedad, mejora la concentración, favorece la creatividad, facilita la visualización y resolución de problemas, reduce los dolores, equilibra los hemisferios cerebrales y hace que la persona se sienta más a gusto consigo misma. Además, amplia la visión a nivel físico, mental y espiritual. "Limpia el aura y los chakras, que son los centros energéticos que tenemos en el cuerpo. Eso lo va a equilibrar porque trabaja sobre la energía. Va a limpiar nuestro entorno también, va a estimular un fuerte sentido de la intuición"Finalmente, como difusora de esta terapia sonora que modifica y mejora nuestra cotidianeidad, revela: "Nuestro cuerpo también tiene sonido. Para escucharlo debemos estar en un estado mental más pacífico, sentarnos, meditar y escucharnos. Una vez que nos sentimos y nos escuchamos, vamos a encontrar el sonido de nuestro cuerpo, no solamente del físico, sino también del cuerpo energético". 
Aparecen
Cargar más comentarios…