De solo recordar que en Tartagal hicieron durante semanas cadenas de oración pidiendo por su salud, Pedro Albis no puede contener las lágrimas. Su estado emocional lo lleva desde la bronca hasta la sensibilidad absoluta por la experiencia vivida, en la que estuvo al borde de la muerte. Solo tiene palabras de agradecimiento «para mis amigos de Tartagal y para los médicos del Hospital del Milagro, que nunca me dejaron solo. Me tenían conectado a una máquina que me monitoreaba permanentemente y como nunca perdí la conciencia, en el momento en que el recuento de plaquetas llegó a 1.000, sentí que no tenía que perder las esperanzas en Dios» afirma profundamente conmovido este tartagalense de 50 años.
El pasado 14 de abril comenzó con la sintomatología -confirmada por las autoridades de Salud de la capital provincial, pero desmentida por el ministro del área y por el propio gobernador de la provincia- de dengue hemorrágico.
Albis recuerda que siempre estuvo consciente «por eso el Dr. Pedro Urueña, a quien le agradezco su atención y su sinceridad (subgerente del hospital de Tartagal), me dijo: «El virus te está matando y si hacés un paro o una convulsión por la fiebre no voy a poder salvarte’, así que pidió el avión sanitario y me trasladaron a Salta».
Fuente: El tribuno