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«El emprendedor tiene que saber que para salir adelante hay que trabajar mucho»

Salta | GASTRONOMIA "El emprendedor tiene que saber que para salir adelante hay que trabajar mucho"

29 de enero 2017 – 01:30 Diego Jiménez tiene 39 años y está ligado a la fabricación de sandwichs de miga desde la niñez

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{[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ content ]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ titulo ]} {[ epigrafe ]} {[ copyright ]} "El gusto del buen comer" es el nombre de un local especializado en la producción de sandwichs de miga. Allí, detrás del mostrador, está Diego Jiménez, papá de dos chicos, esposo y dueño de este local. El primer contacto con el mundo de los sandwichs de miga lo tuvo a los 9 años. Su mamá le compraba los sandwichs a sus tíos, que tenían un local en la calle Córdoba y Tucumán. Diego recuerda aquellas épocas en las que vendía los sandwichs de Jovano en las oficinas de la Municipalidad, en calles Santa Fe y San Luis, y en la Dirección de Arquitectura. Si bien apenas llega a los 39, habla con toda la experiencia que da la calle y el saber aprender a vivir. A los 13, apenas entrando en la adolescencia, Diego se sumó a la cocina de la fábrica de sandwichs. "Creo que fuimos aprendiendo juntos. Comprábamos algún sandwich de la competencia, veíamos qué tenía, qué le faltaba y lo mejorábamos. Así aprendí el oficio", le contó Diego a El Tribuno. Con su delantal azul, sentado en la banca de su propio local, Diego recuerda que el primer sandwich que aprendió a hacer fue el clásico de jamón y queso. Después se fue especializando en otras combinaciones, pero reconoce que el que mejor le sale es el de ternera y tomate. "Una delicia", dice. Mientras recibía a El Tribuno, varios de sus clientes se acercaron para retirar sus encargos y dejar los pedidos para la noche. "Un especial de roquefort y cantimpalo es ideal para una cerveza fresca en estas noches de verano", recomienda este sandwichero que en el medio fue maletero, mozo y recepcionista en un hotel de renombre de la ciudad de Salta. "No tuve mucha experiencia laboral. Hasta los 27 estuve en la sandwichería de mi tío y después busqué otra cosa. Hace unos meses quedé sin trabajo y pensé qué podía hacer. Y lo que sé hacer es sandwichs", se sinceró.

A pulmón

Puso todas sus ganas, expectativas y su tiempo en este proyecto que lleva a pulmón sobre la vereda de Alberdi casi esquina Rioja, frente a la iglesia La Viña. Diego reconoce que si bien hay clientes, esta época del año es floja. "Hay poca gente, y además es fin de mes. Pero de a poco se va moviendo y los clientes me van recomendando. Alguna vez escuché por ahí que "lo importante no era que el cliente entre, sino que vuelva'', y es una gran verdad. Más en la gastronomía", aseguró. Si bien trabajó en la rama de la hotelería, cuando su tío Jovano era superado por los pedidos en las fiestas, Diego se ponía el delantal y volvía a armar las torres de miga cargada de sabores y colores. Con 39 años, lleva 25 años en el rubro de la gastronomía, así que conoce a la perfección dónde realizar las compras para la fabricación de sus delicias saladas.

Gustosos del sandwichs

"Creo que a todos los salteños les gusta el sandwich de miga. Y eso lo veo en el negocio y en la calle. A media mañana, grandes y chicos siempre paran para picar un sandwichs", afirmó Diego. Al mismo tiempo aseguró que así como existe el concurso de la empanada y de la pizza, también tendría que hacerse el concurso de los sandwichs de miga. "Salta tiene muchos negocios en este rubro y todos venden. Más barato o más caro, dependiendo de la calidad de los productos", afirmó. Diego afirmó que siempre le dijeron que era mejor aumentar el precio del sandwichs pero no bajar la calidad, porque se pierde al cliente. "El cliente que prueba y no le gusta, no vuelve", aseguró con certeza. Sobre la mesada de su negocio no dudó en preparar un especial de cantimpalo y roquefort. Mientras sus manos se movían con la rapidez que le dan los años de experiencia, las cámaras de este medio tomaban la escena para El Tribuno en tu cocina. En minutos, la delicia estuvo lista. Fresca y rica. "Cuando me hacen pedidos, les pregunto a los clientes cómo les gusta, porque hay algunos a los que no les gusta con mucha mayonesa. Cuando compran de los que están en el negocio trato de hacerlos ricos. Por lo menos así lo creo yo. Y parece que resulta porque los clientes vuelven o recomiendan, y eso se lo más importante", afirmó. "El gusto del buen comer" recibe pedidos de catering, atiende al público y hace entrega a colegios, quioscos y empresas. Además también hace entregas a domicilio con servicio de cadetería, al 5564034. Si bien recién empezó, ya cuenta con una persona que lo ayuda en las horas de la mañana. "Creo que es esencial brindar una buena atención y si quedás solo para el mostrador y la fabricación seguro que algo hacés mal", reflexiona. Pero como Diego no deja de actualizarse, además de los clásicos, también ofrece la propuesta de sandwichs vegetarianos y servicio de cafetería. Con todos los sueños puestos en su emprendimiento, espera seguir creciendo y, por qué no, abrir una sucursal. Emprendedor y acostumbrado a buscarle la vuelta a la vida, Diego advierte que siempre es bueno tener lo propio, pero que no es fácil. "Esto implica que no tenés horarios y estás siempre en tu negocio. En los pedidos, en lo que puede faltar o que el empleado no viene por cualquier cosa y en todo lo que tenés que resolver vos. Hay que trabajar mucho, pero lo mejor es que lo hacés en lo tuyo", reflexionó Diego Jiménez. Seguro de que su sueño será una realidad, no dudó en decir que hay días que no vende casi nada pero abre igual. "Los clientes deben saber que estoy siempre. Está duro pero este año será mejor, no lo dudo", afirmó con las manos puestas en la torre de sandwichs.
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