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Por Joaquín Morales Solá│La "Marcha de la Resistencia K" tuvo muy poca convocatoria: tuvo entre 2 mil y tres mil personas, en el momento de mayor nivel de gente.
Joaquin Morales Sola Columnista Todo Noticias
El fin de semana hubo un acto del kirchnerismo en la Plaza de Mayo. Allí se dijeron palabras muy fuertes contra Mauricio Macri de parte de Hebe de Bonafini y Máximo Kirchner. Pareciera que estas expresiones buscan que el Presidente termine su mandato cuanto antes o no llegue a finalizarlo.
La movilización tuvo muy poca convocatoria. Hubo entre 2 mil y tres mil personas, en el momento de mayor nivel de gente, ya que estuvieron 24 horas. Igualmente, Cristina Kirchner tiene entre un 20 y 25 por ciento de imagen positiva. Hay gente que aún ve con buenos ojos su política y su manera de liderar. Que ese porcentaje de personas homologue un discurso desestabilizador me parece muy grave.
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Hace 8 meses, en diciembre de 2015, la expresidenta llenó la Plaza de Mayo. Este dato pone en evidencia que el kirchnerismo se va achicando como estructura política, en la misma medida que endurece su forma destituyente hacia al gobierno de Macri.
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Coincidente con esto hay un clima de amenazas a Macri y a Vidal, que no se da solo en lo verbal. Esta semana trascendió una denuncia anónima sobre una supuesta reunión de excomisarios que planificaban matar a la gobernadora María Eugenia Vidal y a su ministro de Seguridad, Cristian Ritondo. También hace poco ocurrió el hecho violento en Mar del Plata contra Macri. El Presidente sufrió una emboscada, en la que recibió pedradas. Lo grave es que en un momento estuvo casi aislado.
El discurso, por un lado, y los hechos, por otro, son lo que determinan lo grave que es la situación.
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