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El segundo semestre es bastante distinto del que creía el Gobierno

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El segundo semestre es bastante distinto del que creía el Gobierno

Por Carlos Pagni│El Gobierno tiene una enorme sensación de frustración porque pensaba que la carrera que iba a correr iba a ser más rápida.

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Carlos Pagni Columnista Todo Noticias

En estas últimas horas estamos frente a un reajuste respecto de la agenda pública del Gobierno. Las cosas parecen ser mucho más difíciles de lo que se pensaba en un principio. Si fuéramos un historiador que analiza dentro de 80 años el actual ciclo histórico, quedaría claro que la Argentina tiene dos desafíos clave: uno, el de incrementar los grados de transparencia institucional; y otro, el de terminar con la falta de competitividad de la economía, que está afixiada por el gasto público.

La Aduana está en el centro de la falta de transparencia, porque ahí se conjugan el contrabanado y el narcotráfico. Las mafias de los últimos años se hicieron muy complejas en ese lugar. En este contexto se da el caso de Juan José Gómez Centurión. ¿Que pasó con el exjefe de la Aduana? Aparecen grabaciones en las que se escucha su voz y aparentemente la de un grupo de contrabandistas y delincuentes que dicen trabajar para él en el seno de la entidad.

Cuando le pidieron explicaciones, el exfuncionario dijo que conoce a los empresarios apuntados porque le proveían información acerca de otras bandas que operarían allí. Él declaró que hace poco tiempo se enteró de que las personas denunciadas se presentaban diciendo que trabajaban para él. A raíz de eso es que, afirmó Gómez Centurión, tuvo una reunión en el shopping Buenos Aires Design con uno de ellos para aclarar las cosas.

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Hay un dato muy importante: las grabaciones fueron editadas. Su voz aparece muy nítida como un injerto digital en una converscación en la que él no interviene. Lijo y Marijuan ya mandaron diligencias y, en pocos días, lo llamarán a Gómez Centurión a indagatoria.

Si bien este episodio debe ser aclarado, hay algunas cosas que se dejan entrever. Gómez Centurión venía enfrentándose desde que asumió en el cargo con una mafia como la de la efedrina, ligada al triple crimen de General Rodríguez. El extitular de la entidad buscaba containers de efedrina traídos para el tráfico con México, que habían quedado en el sistema de depósitos fiscales. Si se identifican esos containers, se podría correr un velo importante. Además, Gómez Centurión intentaba desbaratar a la mafia del contrabando de Ezeiza.

¿Por que esto es importante? Si uno va para atrás y se ubica en febrero de 2015 va a recordar que en su guerra contra los servicios de Inteligencia, Cristina Kirchner y Oscar Parrilli denunciaron un entramado mafioso liderado por Antonio "Jaime" Stiuso en la ex SIDE en relación con el contrabando e importaciones hechas al amparo del secreto del espionaje de 100 toneladas de mercadería entre 2013 y 2015.

Hay otro expediente judicial, que lleva adelante Luis Rodríguez y el fiscal Carlos Stornelli, que investiga a las mafias del contrabando de la Aduana. Según las grabaciones que constan en esa investigación anterior al gobierno de Mauricio Macri, habría diálogos muy parecidos a las nuevas escuchas. Se podría sospechar, entonces, que este collage de grabaciones fue tomado en un momento en el que Gómez Centurión no estaba en la Aduana. Es una hipótesis.

Macri esta frente a un dilema muy complicado. Si es verdad esto, tendría una impresión contundente y decepcionante de lo difícil que es cumplir con uno de sus objetivos que es luchar contra el narcotráfico. Si es mentira y hay una patraña montada por el Servicio de Inteligencia, quiere decir que el Presidente se habrá dado cuenta de que los problemas a resolver son mucho más graves de lo que pensaba. Desde el pizarrón de la Fundación Pensar a la realidad, hay una distancia muy importante y desafiante. Esperemos que no sea frustrante.

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Si se termina sabiendo que no hay pruebas contra Gómez Centurión, pero sigue siendo desplazado, el negocio que hicieron las mafias es extraordinario: significará que puede voltear a alguien con solo una grabación trucha, lo que desalentaría a otros funcionarios que den la lucha. Marci está ante un problema de gestión estratégico.

El otro tema es el energético. La ansiedad de Macri por conseguir inversiones está contrariada porque no puede despejar el drama de los precios energéticos con la rapidez que quería.Es cierto que el Gobierno cometió errores. Acá también el PowerPoint de la Fundación Pensar dista mucho de cómo es la gestión pública: hubo una gran tozudez en no convocar a audiencias y en no hacer una simulación de la facturación de las nuevas tarifas, lo que hizo que llegaran facturas incomprensiblemente altas que generaron el conflicto.

En este contexto aparece el fallo de la Corte, enfático en la defensa de los consumidores. Pero el fallo no libera al problema energético de la gran distorsión que hay. Como sigue el mismo cuadro tarifario, continúan las distorsiones: el 21 por ciento de los subsidios del gas van al 10 por ciento más rico de la población. Los ricos son subsidiados por los pobres. En la década ganada, se gastaron 85 mil millones de dólares en esa distorsión. El 40% de los hogares no está conectado a la red domiciliaria de gas. Más allá de la Corte, respetar este cuadro puede ser todo menos progresista. En todo caso será populista y regresivo: los que compran garrafas subsidian a los que calientan las piletas en Barrio Parque.

Por todo esto, el segundo semestre es bastante distinto del que pensábamos. Visto con los ojos de Macri, produce una ansiedad extraordinaria y visto con los ojos del Gobierno, produce una sensación de frustración porque pensaban que la carrera iba a ser más rápida.

Aunque si uno lo mira desde más lejos, no debe sorprendernos tanto porque en la Argentina hay otra distribución de poder. En Diputados nadie tiene mayoría; hay un gobierno no peronista en la provincia de Buenos Aires que no controla ninguna de las dos cámaras; hay un club de gobernadores que controla el Senado y que, en general, no es del signo político nacional; la CGT se unificó; y hay una Corte en la que tres de los miembros son hombres con experiencia política y que vienen del peronismo.

Macri se tiene que acostumbrar a que la lógica del poder cambió, en la que la clase política debe aprender una gimnasia, que le es bastante ajena, como la negociación y el acuerdo.

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