Será desde el primer día del próximo mes por un tributo que se ajusta por inflación. Pero, además, las petroleras dicen que están detrás de la devaluación.
El ajuste del 11,8% en los impuestos es por la inflación acumulada entre enero, febrero y marzo. El siguiente, de septiembre, reflejará lo que sucedió entre abril y junio. Los dos primeros meses mostraron un aumento del costo de vida superior al deseado por el Poder Ejecutivo.
La mayoría de las refinadoras considera, además, que habrá que remarcar para acompañar la devaluación del peso frente al dólar. En una empresa importante -donde pidieron no ser identificados- detallaron que, hasta fines de abril, los precios de los combustibles subieron un 8%, mientras que la devaluación superó el 14%.
Los vaivenes del dólar y el peso de YPF explican porque las petroleras salen con aumentos del 9% (le pasó a Raizen con la marca Shell en abril) y luego retroceden al 4,5%. En mayo, le sucedió a otras banderas, que arrancaron con 6% y luego retrocedieron a un 4%.