Kahn y Sheila: los leones que se enamoraron y juntos se salvaron de la muerte
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Kahn y Sheila: los leones que se enamoraron y juntos se salvaron de la muerte
Una historia de amor que pudo más que el maltrato y tuvo su final feliz.
Dicen que el amor es más fuerte. Si Kahn y Sheila puedieran hablar dirían sin duda que, para ellos, el amor fue lo que los salvó de la muerte.
Hace seis años, los leones Kahn y Sheila, vivían encerrados en jaulas separadas por un estadounidense que le cobraba a la gente que quería sacarse fotos con ellos. Ni más ni menos que un explotador que apenas los alimentaba, no recurría a veterinarios si se enfermaban y cuando ya no le resultaban útiles, los "descartaba" para que se valieran por sí mismos.
El primero en ser rescatado fue Khan. Lo trasladaron urgente al Sync Exotics Wildlife Rescue ed Educational Center en Texas, un centro donde se ocupan de salvar a los animales en peligro. Estaba tan flaco que hasta los huesos se le habían deteriorado y tenía la punta de su cola mordida. Se había lastimado él mismo por el estrés y el aburrimiento.
La suerte de ella no era muy distinta. La leona blanca ya no podía caminar y sufría de toxoplasmosis. Se estaba muriendo y no había nada que los médicos del centro pudieran hacer. Los cuatro primeros días Sheila no se movió. Estaba acostada y no tenía fuerzas ni para comer. Recién al quinto día su sistema inmunitario empezó a reaccionar al tratamiento.
Fue recién entonces que nació el amor. Los dos se estaban recuperando pero se los veía tristes, por eso los rescatistas decidieron hacer un último intento y los juntaron. La "jugada" tenía cierto riesgo. Si el encuentro no funcionaba, uno de los leones podía atacar al otro. Pero no. Hubo amor a primera vista.
“Ella es más inquieta y él es más tranquilo. No pueden estar uno sin el otro, pero como en todo matrimonio hay pequeñas peleas, y nos reímos porque siempre uno de los dos se sale con la suya. Es Sheila. Él está tan enamorado que siempre se rinde. Pero ella no podría ir a la esquina sin Kahn. Ahora son dos leones felices”, contó Vicky, la directora del Centro.
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