Cultura
16/02/2017 ENTREVISTA
La despedida en Ginebra
A más de 30 años de la muerte del escritor, su viuda y albaceas recorre los últimos días de su vida juntos.
Palabra por palabra, María Kodama recuerda la conversación en la cual Borges le transmitió su deseo de morir lejos de su patria. "María, si usted me quiere como me quiere, no puede desear ver mi agonía empapelando como un espectáculo las calles de la ciudad de Buenos Aires como sucedió con Balbín. Yo quiero morir con usted, con amigos que puedan quererme y respetarme y no ser un espectáculo que nunca he sido ni pienso ser", recuerda que le dijo el autor cuando intuyó que se acercaba el fin.
Para Kodama esta decisión ubica a Borges en la tradición de los grandes hombres de la Argentina. "Sarmiento murió en Paraguay. San Martín, en Boulogne Sur Mer. Rosas, en la miseria en Southampton. Moreno, no se sabe si envenado, yéndose. Es la historia", enumera.
Y recuerda que en 1986 acompañó al autor a una gira de conferencias por Italia y a su término, él le pidió que fuesen a Ginebra. A ella le pareció normal que quisiera despedirse de un lugar que había sido fundamental en su vida. Sin embargo, cuando llegaron a esa ciudad le dijo: "Tenemos que buscar un departamento o una casa en la ciudad vieja. Porque no nos vamos, nos quedamos". Y allí murió.
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