Sociedad
14/02/2017 periplo
La travesía de 30 días en alta mar uniendo el "triángulo" del Crucero General Belgrano
La expedición liderada por el ex combatiente y sobreviviente de aquel episodio, Nilo Navas, partió del puerto de Ingeniero White, en Bahía Blanca, el pasado 15 de enero.
Los tripulantes del velero “Galileo” de la Fundación Malvinas Argentinas de Bahía Blanca culminaron hoy una travesía de 30 días por el mar austral para unir los últimos tres puntos geográficos por donde navegó el Crucero General Belgrano, antes de su hundimiento durante la guerra de 1982.
La expedición liderada por el ex combatiente y sobreviviente de aquel episodio, Nilo Navas, partió del puerto de Ingeniero White, en Bahía Blanca, el pasado 15 de enero.
Ocho días más tarde, el 23 de enero, la embarcación llegó al mítico “Faro del Fin del Mundo”, en Isla de los Estados, donde se llevó a cabo el primer homenaje a los ex combatientes caídos en el conflicto bélico.
Según Navas, por allí pasó el Belgrano y hasta logró “reconocer las rocas” donde la embarcación militar efectuó fuego de artillería, como ejercicio de combate previo a su incursión en la zona de litigio.
El Galileo soportó allí un fuerte temporal durante el que perdieron la hélice del motor y lo obligaron a seguir viaje “únicamente a vela” por el siempre peligroso Estrecho de Le Maire.
Pero la embarcación sorteó esa dificultad y llegó navegando por sus propios medios a Ushuaia, el 28 de enero, donde se encuentra el último puerto que tocó el Belgrano antes de su hundimiento.
La etapa final del viaje comenzó el martes 31 de enero, cuando el velero soltó amarras en la capital fueguina y se dirigió hacia el último y más difícil vértice del triángulo: la zona ubicada al sudeste de Isla de los Estados donde los torpedos del submarino HMS Conqueror alcanzaron al crucero y terminaron hundiéndolo, el 2 de mayo de 1982.
La idea original de los expedicionarios era llegar hasta el punto geográfico exacto en que sobrevino el episodio (latitud 55°24´S y longitud 61°32´W) pero las malas condiciones meteorológicas solo le permitieron aproximarse al lugar.
En medio de “fuertes vientos” y de un “mar embravecido”, según relataron los tripulantes, se llevó a cabo el homenaje a los soldados fallecidos, que consistió en arrojar al mar una caja hermética con cartas de familiares y otras ofrendas (como flores, rosarios y banderas) además de una botella de la Fundación Malvinas con un mensaje escrito en castellano y en inglés rindiendo honores a las víctimas de la guerra.
El Galileo puso luego su proa al norte y empezó un lento regreso a casa, que incluyó un desembarco en el puerto de San Julián, en Santa Cruz, para luego retomar la ruta final hacia el puerto bahiense donde arribó esta tarde. etiquetas