"Cumplí un sueño", fue el mensaje que se repitió desde el martes hasta el domingo entre aquellos que fueron a ver a Guns N' Roses en Rosario o en cualquiera de las dos fechas en River. Lo escribieron los que por una cuestión generacional no pudieron estar en el Monumental en las visitas de 1992 y 1993 y también los que fueron a esos recitales en los años dorados del menemismo y ahora tuvieron la oportunidad de ver a la banda una vez más con su formación original (Axl, Slash y Duff McKagan, más Steven Adler, el primer baterista, como invitado en algunos temas). Más allá del factor emotivo, sus shows demostraron la vigencia del grupo y de sus himnos poderosos de amor y furia.