Política
03/03/2017 justicia
Lázaro Báez dijo que no manejaba la relación comercial con Los Sauces
El empresario declaró durante dos horas. Dijo que era "amigo personal" de Néstor Kirchner y que no tiene relación con la ex presidenta Cristina Fernández.
El empresario detenido Lázaro Báez justificó hoy el pago de alquileres a la firma Los Sauces S.A. y dijo que era amigo de Néstor Kirchner pero no de Cristina Fernández, en lo que fue la última declaración indagatoria previa a las de los integrantes de la ex familia presidencial.
La ex presidenta y sus hijos Máximo y Florencia deberán presentarse a declarar el lunes y el martes de la semana que viene, por lo que se habrá un operativo de seguridad especial en el edificio de los tribunales de Comodoro Py, que tendrá restringido el acceso al 4 piso, donde está el juzgado de Claudio Bonadio.
Bonadio, en tanto, aceptó hoy un recurso de la ex presidenta para hacer lugar a la exención de prisión de su hija Florencia, una vez que declare.
En las horas previas a la presentación de este pedido de exención, la agrupación kirchnerista La Cámpora había convocado a sus militantes a concentrarse a las 8 del lunes frente a los tribunales de Comodoro Py para respaldar a Florencia Kirchner. Hasta el momento, persistía la convocatoria, a pesar de que Bonadio aceptó el recurso.
La jornada judicial comenzó hoy con la declaración de la sobrina de la ex jefa de Estado, Romina Mercado, según quien la acusación en su contra por supuesto lavado de dinero es una "elucubración de características insólitas" del magistrado, al tiempo que defendió a su familia.
Patrocinada por Carlos Beraldi, el mismo abogado de la ex presidenta, Mercado no respondió preguntas y se defendió por escrito, al sostener que los hechos investigados fueron anteriores a que ella asumiera la presidencia de Los Sauces S.A. en 2006.
La hija de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, aclaró en su presentación que que Los Sauces "jamás cometió delito alguno, siendo la hipótesis de lavado de dinero una elucubración de características insólitas".
A las 11 de la mañana fue el turno de Lázaro Báez que ingresó al juzgado federal 11 con las manos esposadas, chaleco antibalas, casco y escoltado por tres agentes de seguridad que lo acompañaron durante toda su jornada en los tribunales de Retiro.
Tras presentar un escrito, Báez dijo que era "amigo personal" de Néstor Kirchner, que no tiene relación con la ex presidenta Cristina Fernández, a quien respeta por ser la mujer de su amigo, y que a Máximo Kircher, lo vio sólo un "par de veces".
"No tengo relación con ella, sólo respeto por ser la mujer de Néstor Carlos Kirchner", respondió Báez ante una pregunta del fiscal Carlos Rívolo, que, en algún pasaje de la indagatoria, se cruzó con el abogado Maximiliano Rusconi, defensor del empresario.
Báez dijo que los vínculos comerciales de sus empresas con la inmobiliaria Los Sauces tenían que ver con la necesidad de conseguir dónde hospedar a los empleados que llegaban de otros lugares para realizar obras.
"La evolución comercial de las compañías requirieron la contratación de inmuebles a los efectos de satisfacer la inclusión de profesionales técnicos especializados, mecánicos especializados para transporte pesado y liviano, capataces (…) Esa mano de obra especializada no estaba en Santa Cruz", aseguró.
Sostuvo además que Los Sauces era una de las "seis o siete inmobiliarias" de Santa Cruz con las cuales sus empresas realizaron contrataciones bajo las misma modalidad y las mismas condiciones y remarcó: "Era una más a la que recurríamos".
En otro tramo de su declaración que Bonadio presenció solo por momentos, el empresario sostuvo que todo (lo referido a alquileres) "venía aprobado por dos departamento de contrataciones y la autorización final siempre correspondía al grupo gerencial por la inclusión en el presupuesto de gastos" que llevaba su firma.
"Todo el mundo pensaba que el grupo Báez era una tarjeta y se encontraron con una empresa organizada y todo el mundo se quiere quedar con sus activos", sostuvo el empresario durante una parte de su declaración, en la que se diferenció del relato de sus hijos, que lo mencionaron como quien concentraba las decisiones.
Por recomendación de su defensa, Báez no respondió las preguntas relacionadas con las reformas realizadas en la vivienda de Mascarello 441, Río Gallegos, que habita la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y la construcción de un complejo de viviendas perteneciente a Los Sauces S.A.
Durante la mañana, la ex presidenta publicó en las redes sociales que tenía información de que Bonadio planeaba detener a su hija, por lo que presentó un recurso de exención de prisión con el que estuvo de acuerdo el fiscal Rívolo y, finalmente, el juez.
"Bonadio intentará privar a mi hija Florencia Kirchner de su libertad en la causa denominada Los Sauces", publicó la ex mandataria en la red social Twitter, razón por la que presentó el escrito ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 11.
Florencia Kirchner, como el resto de los imputados, está acusada de conformar una organización "con la finalidad de recibir dinero como ilegítima contraprestación por el indebido otorgamiento de la concesión de la obra pública (…) e introducirlo al mercado financiero, procurando brindarle la apariencia de origen lícito" desde 2003 hasta diciembre de 2016.
"A la fecha de constitución de Los Sauces S.A., mi hija recién había alcanzado a cumplir sus 16 años", sostuvo la ex mandataria en la presentación judicial en la que sostuvo que el vinculo de Florencia Kirchner con esta sociedad "se inicia tras el fallecimiento de su padre, en su carácter de legítima heredera, según el juicio sucesorio".
El lunes próximo, Florencia Kirchner y su hermano Máximo, diputado nacional por el Frente para la Victoria, deberán presentarse en los tribunales federales de Retiro para prestar declaración indagatoria ante Bonadio.
Mientras la organización política La Cámpora, que tiene a Máximo Kirchner como referente, convocó a marchar el próximo lunes a los tribunales en "defensa de la democracia", en el edificio Comodoro Py 2002 se desplegará un operativo de seguridad reforzada y estarán los accesos cerrados en el cuarto piso.
Desde el lunes a primera hora la sede de los tribunales federales será custodiada con un doble vallado en todos sus accesos, explicaron fuentes policiales encargadas de la custodia del edificio, ubicado en el barrio porteño de Retiro.
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