La sueca de piel aceituna, a la que en el rodaje de La chica danesa le decían que no parecía escandinava y le querían aclarar la piel; sin embargo, ella era la única actriz escandinava entre los protagonistas. Por esa película, fue la sexta actriz sueca en conseguir una nominación al Oscar, que se convirtió el primer Oscar para alguien de Suecia desde 1975. Esta chica, de la que se viene hablando como una de las futuras estrellas desde hace cinco años, ya es hoy una estrella. Y si todavía no están convencidos de su star power, su rol en Jason Bourne muy probablemente los convenza de eso y de cualquier cosa. Sí, seguramente por este papel no consiga un Oscar, pero lo merece aún más que por La chica danesa: fotogenia impactante, actuación sostenida en la mirada, notable capacidad para la frialdad, e integración fluida al movimiento habitual del cine de Paul Greengrass.
Vikander, entrenada como bailarina clásica, será Lara Croft en la Tomb Raider de 2018, nueve años después de su primer largometraje, que la tuvo como protagonista (ya era conocida en Suecia gracias a la televisión). Ese debut lo dirigió Lisa Langseth, que volvió a dirigir a Vikander en 2013 (Hotel) y volverá a dirigirla -más Eva Green, más Charlotte Rampling- en 2017 en una película que producirá la propia actriz. Pero volvamos a 2009, la película-debut en cuestión fue Por lo que es bello, en inglés conocida como Pure, y en sueco titulada Till det som är vackert.
Antes de pasar al inglés en Anna Karenina con Keira Knightley, Vikander hizo otra película de época: protagonizó -en danés, tuvo que aprenderlo de urgencia- La reina infiel, o más bien A Royal Affair, o En kongelig affære. Y también fue ubicada en el pasado, pero más cercano, al menos en el siglo XX, en la lacrimógena y romántica Testament of Youth:
La carrera de Vikander ha sido tan fulgurante que en pocos años de carrera le sobran grandes roles y no hay que apelar a su participación en El séptimo hijo, ni a su aparición en Una buena receta. Pero no se puede soslayar que fue un impactante robot con (su) voz profunda en Ex Machina de Alex Garland.
Y para terminar, pasamos de imaginaciones futuristas a medio siglo atrás: es difícil resistirse a Vikander con look de los años sesenta en El agente de C.I.P.O.L., una de esas películas-caramelo, hechas para endulzar los ojos.