Luciana Tagliapietra: «Tucumán es un lugar de vanguardia, hay artistas de avanzada»

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20/02/2017 música

Luciana Tagliapietra: "Tucumán es un lugar de vanguardia, hay artistas de avanzada"

A tres años de su último disco, "La Luna", y a dos de haberse mudado a Buenos Aires, la cantautora tucumana Luciana Tagliapietra, lanzó en diciembre último "Escala", un nuevo single que anticipa su cuarto disco de estudio, en el que apuesta a un delicado sonido pop basado en el uso de instrumentos electrónicos y una formación minimalista.

A tres años de su último disco, "La Luna", y a dos de haberse mudado a Buenos Aires, la cantautora tucumana Luciana Tagliapietra, lanzó en diciembre último "Escala", un nuevo single que anticipa su cuarto disco de estudio, en el que apuesta a un delicado sonido pop basado en el uso de instrumentos electrónicos y una formación minimalista.
Registrado en el estudio La Siesta del Fauno, con producción de Mario Pak, y acompañada por su hermana Agostina Tagliapietra en guitarra y Pola Díaz Mendilaharzu en bajo y coros, "Escala" mantiene el tono dulce y reposado que caracteriza los trabajos anteriores de esta artista, aunque se sumerge de lleno en sonidos electrónicos que dan un giro al estilo indie folk cultivado hasta el momento.
A días de ser lanzado, Spotify seleccionó a "Escala" como "la canción del día", lo que llevó el número de reproducciones a alcanzar rápidamente las 160 mil, provocando uno de esos raros éxitos instantáneos empujados por las nuevas tecnologías y sistemas de reproducción musical.
Radicada en Buenos Aires desde hace dos años, esta Tagliapietra ya había llamado la atención con sus atractivas melodías en los discos "Los domingos", "Diagrama de ben" y "La luna", grabado en los estudios Melopea con la participación especial de Litto Nebbia.
Emparentada con un estilo que podría encontrar a Juana Molina y los distintos trabajos de Rosario Bléfari como principales referentes, Tagliapietra ya dio muestras de una asombrosa capacidad compositiva, con canciones que dejan entrever aires de jazz, folk y pop e ingeniosas letras, no exentas de un toque de dulce ironía.
Con un embarazo de más de seis meses, en medio de la grabación de su cuarto disco y con material para realizar otro disco más con composiciones folclóricas, esta artista proveniente de una familia de músicos conversó con Télam sobre su carrera y el impacto que supuso su llegada a Buenos Aires.
-Télam: ¿Qué podés anticiparnos de tu próximo disco?
-Luciana Tagliapietra: Estoy en la mitad del proceso, porque todavía no está definido el rumbo que va a tomar. Tengo mucho material grabado en el estudio La Siesta del Fauno, un lugar donde hay muchos instrumentos analógicos. Me llama bastante la cuestión analógica en cuanto a la calidad del audio.
-T: ¿Planteás tus discos de manera conceptual o vas sumando canciones hasta llegar a un determinado número?
-L.T.: De las dos maneras. En "La luna" encaré un proceso en donde iba buscando de alguna forma un hilo compositivo dentro del álbum, pero también a veces voy juntando canciones que no tienen nada en común de manera aparente y después se hermanan.
-T: Y en este nuevo trabajo, ¿hay un concepto previo?
-L.T.: Sí, el primer concepto fue que no hubiera batería orgánica, acústica, sino todos instrumentos electrónicos. Aunque luego fuimos cediendo un poco, porque a veces ponés reglas y las vas rompiendo a medida que avanza el proceso. Pero este disco, básicamente, tiene un concepto más electrónico y más pop en relación a lo que venía haciendo. Además, cuando presenté "La luna" había 29 músicos en escena y ahora estoy trabajando con la menor cantidad posible. Todo se minimizó.
-T: Pareciera ir en sentido de esa famosa frase que dice "menos es más".
-L.T.: Justo estoy leyendo a David Byrne, que cuenta que empezó con pocos músicos y luego armó una banda gigante. Son etapas. A veces necesitás trabajar con mucha gente y otras que sean menos. A veces, también responde a la dificultad para coordinar ensayos.
-T: ¿Influye en lo artístico el hecho de que estés embarazada mientras grabás el nuevo disco?
-L.T: Me alteró en el sentido de hacerlo o no hacerlo. Antes pensaba que no iba a salir el disco hasta que no fuera muy bueno para mí; ahora pienso que tiene que salir antes del parto, como testimonio.
-T: ¿Qué influencia tuvo en su música el hecho de radicarte en Buenos Aires?
-L.T: No sé, ha sido todo muy difícil. Yo venía tocando acá y me estaba ganando público, pero acomodarme a este ritmo no ha sido muy fácil. Por ejemplo, son otros tiempos y eso hace que cada instante en el que estás creando sea muy valioso. Hay mucha presión con la competencia, hay que saber venderse para conseguir lugares para tocar y esas cosas me sacan de la introspección para crear. En la parte profesional, fue todo para mejor, pero lo que tiene que ver con encontrar tu lugar, tus momentos, fue más difícil.
-T: ¿Sentís que el ritmo vertiginoso de la ciudad le dio otra impronta a sus composiciones?
-L.T. No, en ese sentido, creo que no cambió.
-T: ¿Qué cosas creés que son inalterables a pesar de vivir acá?
-L.T.: Nunca me pareció que el lugar me haya cambiado. Las cosas que cambiaron fueron cambiando conmigo. Por otra parte, contra lo que pueda creerse, Tucumán es un lugar de vanguardia artística. Hay artistas de avanzada. El circuito es limitado pero el capital cultural es muy fuerte.
-T: Sus letras parecieran siempre estar destinadas a alguien, como si fueran cartas. ¿Qué nos puede decir al respecto?
-L.T.: Me gusta trabajar mucho sobre la palabra. Siempre en mi cabeza estoy pensando cómo decir tal cosa, con qué vocabulario, con qué paleta jugar. Con el tiempo fui enriqueciendo mis letras. Siempre trabajo como para que las letras no sean dedicadas, pero sí escribo como si le hablara a alguien.
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