“Mi tía encendía la televisión para que los vecinos no escuchen mis gritos cuando me golpeaba, no me dejaban entrar al cuarto y tenía que dormir en el patio. Un día en el que me quedé sola, preparé mis cosas y escapé donde mi otra tía”, señaló la víctima a tiempo de reencontrarse con su madre.
La mamá explico que, con la promesa de mejorar la vida de su hija y darle mayores oportunidades de superación y estudios, una familiar suya obtuvo un poder de ella para llevarla a vivir a Argentina. Luego no supo más de ella, hasta que fue informada sobre la recuperación de la niña por una institución de ayuda social.
El encuentro fue emotivo, con la promesa de no separarse más.
Fuente elplural.com.bo