Internacional
03/03/2017 Irlanda del Norte
Protestantes y catolicos se disputan la victoria en las elecciones
El Partido Democrático Unionista (DUP) y Sinn Féin se perfilaban como los más votados de las elecciones autonómicas celebradas ayer en Irlanda del Norte, en unos comicios marcados por una alta participación, luego del colapso del gobierno compartido entre esos dos partidos.
La formación católica nacionalista, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), obtuvo el 27,91% de votos de primera preferencia, frente al 28,06 % del DUP, que defiende los 38 escaños logrados en las elecciones regionales de mayo de 2016, contra los 28 del Sinn Féin, informó la agencia de noticias EFE.
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Phillip Logan (@philliplogan) 3 de marzo de 2017
Aunque la diferencia es mínima, el recuento final podría decantar significativamente la balanza hacia uno de los dos grandes partidos tras la transferencia de votos de otras formaciones, según permite el complejo sistema electoral norirlandés, cuyo resultado está previsto que se conozca mañana.
Sea como fuere, DUP y Sinn Féin volverán a dominar la Asamblea de Belfast, que pasa de tener 108 a 90 parlamentarios y la líder unionista, Arlene Foster, y la nacionalista, Michelle O'Neill, estarán obligadas a negociar durante las próximas tres semanas la formación de un Ejecutivo de poder compartido, a pesar de las profundas divisiones que mantienen.
La dirigente del DUP perdió su puesto de ministra principal después de que su adjunto en el Ejecutivo, el republicano Martin McGuinness, dimitiera de su cargo el pasado 9 de enero en protesta por un caso de corrupción en la política de energías renovables.
Tras dejar el gobierno, McGuinness también anunció que abandonaba definitivamente la política por una grave enfermedad y el partido eligió para sustituirle a O'Neill, la primera mujer que dirige la formación en el norte de Irlanda y que, además, no tiene conexión con la lucha armada del pasado.
Los Ejecutivos británico e irlandés advirtieron que si las dos formaciones mayoritarias no llegan a un pacto de gobernabilidad en ese plazo, la autonomía norirlandesa podría ser suspendida y controlada directamente desde Londres. etiquetas