El caso fue denunciado ante la comisaría Número 42, detallando que una joven recientemente recibida de abogada solicitó su servicio -según lo que relata, la joven en estado de ebriedad- y recorrió varios kilómetros hasta dar con una tarifa excesiva de $1.394. Tarifa que no fue pagada, a pesar de la insistencia del remisero que se dirigió hasta su domicilio. “Que haces acá? Yo ya te pagué a vos. yo soy abogada, es mi palabra contra la tuya”, le dijo la acusada.