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"¿Estos son tus sobrinos? Bueno, ya sabés si no te callas", cuenta el religioso a un amigo cercano. "Esto ya es con mis seres queridos, es muy feo vivir así, me está afectando afectivamente", dice.
El cura tucumano Juan Viroche, que el martes apareció ahorcado en la iglesia Nuestra Señora del Valle de la Florida, le había dejado un mensaje de WhatsApp a un amigo donde le contaba las sucesivas amenazas que recibía y cómo lo estaba afectando la situación a nivel emocional. El padre era conocido por sus reiteradas denuncias a narcotraficantes y ahora la investigación se centra en los peritajes a sus teléfonos celulares.
Viroche contaba que había ido a visitar al obispo para pedirle que lo cambiara de iglesia porque la situación con las amenazas estaba empeorando. El propio Arzobispado de Tucumán había informado que el pase ya estaba gestionado.
"Vienen pasando unas cosas, amenazas por teléfono. Vos sabías que unos meses atrás me han aflojado el tornillo de la moto. Todo bien pero después me llegan mensajes privados en el Face(book) y me dicen 'estos son tus sobrinos, ¿no? bueno, ya sabes si no te callas'", cuenta Viroche.
Al parecer, las amenazas a sus sobrinos fueron las que más le impresionaron. Sobre todo, porque se trata de una familia lejana que vive en Salta, lo que demuestra que la banda narco que lo amenazaba había hecho un importante trabajo de inteligencia previo.
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"No te voy a decir que caí en una psicósis, ¿no? Pero sí en una desconfianza y mal, así, tanto psicológica como afectivamente", continua el religioso.
En el mensaje, enviado a una persona a la que llama "Gordo", el cura dice que su límite son las amenazas a su familia y relata un episodio puntual: "El 14 de septiembre, cumplía años Adriana y me iba a comer un asado con ellos. Ella me contó que un auto blanco ahí en la plazoleta Dorrego y le empezó a decir cosas, la había amenazado".
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"Lamentablemente todo lo estoy relacionando con eso. Ahí ya no me gustó nada. Es feo vivir así. Han empezado a circular mensajes. Es difícil llevar esto a cabo ya no son mis personas, sino ya mis seres queridos. Entonces cuando le he planteado esta situación al Obispo me dijo que me hace un enroque, que es urgente que yo salgo de acá".
Para despedirse, Viroche especuló con la posibilidad de que todo sea una exageración de su parte. "Vaya uno a saber, quizás yo estoy haciendo demasiado alarde. Veamos que pasa, ¿no?."
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