El chofer, de Tartagal, manejaba con casi 0,99 g de alcohol en sangre.
Podría haber sido una tragedia, sin embargo terminó siendo un siniestro vial sin víctimas y solo con daños materiales en una pared, pero sobre todo en un auto Peugeot 208 color blanco.
El hecho ocurrió ayer por la mañana cuando personas sintieron un fuerte impacto en la calle General Gemes al 200 de esta ciudad.
Los accidentes de tránsito siguen a la orden del día, por distintos motivos y factores los conductores a bordo de una motocicleta, un auto, camión o el rodado del que dispusieran son protagonistas de espectaculares choques. Impactos que suelen producirse en esta ciudad pero también en el interior provincial. Algunos, lamentablemente, con pérdidas de vidas humanas.
En esta oportunidad y milagrosamente no hubo que lamentar siquiera lesionados, ocurrió cerca de las 10.30, cuando un vecino de la zona escuchó un fuerte impacto, salió a ver y efectivamente había un auto incrustado en una pared. De inmediato solicitaron la presencia de efectivos policiales, personal del Samec y Bomberos.
Un hombre de 51 años, domiciliado en la ciudad norteña de Tartagal, se encontraba en el interior del rodado con algunos golpes sin gravedad, se le solicitó que se sometiera al control de alcoholemia que arrojó resultados positivos con 0,99 gramos de alcohol cada litro de sangre. El vehículo fue secuestrado por personal vial y se le labró el multa de infracción correspondiente al conductor.
No es la primera vez que un conductor conduce un vehículo con cierto porcentaje de alcohol en sangre, acción que está prohibida desde que rige la ley de tolerancia cero en la provincia, con multas económicas de consideración.
FUENTE: EL TRIBUNO