Espectáculos
04/03/2017 documental
Se estrena Sacar la voz, una reflexión sobre la cuestión de género en la comunicación
El documental relata este proceso a partir de tres historias: las de Gimena Fuertes,diario cooperativo Tiempo Argentino; Natalia Vinelli, directora de Barricada Tv; y Silvia Martínez Cassina, delegada en Canal 13.
El documental "Sacar la voz: trabajadoras de prensa en tiempos de ajuste", que se estrenará el viernes 10, ensaya un doble movimiento: el registro -pero a la vez la reflexión- sobre el debate de géneros y los actos de resistencia y transformación que se levantan ante las violencias que, al modo de una tradición naturalizada, proliferan en el mundo del trabajo.
Lorena Tapia Garzón, periodista e integrante del Colectivo de Trabajadores de Prensa, y Mariela Bernárdez, del Grupo Revbeladas Cine, fueron las realizadoras del documental que analiza el rol de la mujer en los procesos de organización sindical en las empresas periodísticas y la forma en que los medios presentan a la mujer en sus contenidos informativos.
"Hay un creciente y progresivo protagonismo de las mujeres en el gremio de prensa, en tiempos donde el impacto en los medios de comunicación ha sido devastador, con cierre y pérdida de puestos laborales, precarización y multifunción. Y eso habla de la potencia, de la decisión, pero también de los innumerables obstáculos que deben sortear las mujeres a la hora de 'sacar su voz´ No son barreras imaginarias. Es complejo tomar y disputar la palabra cuando por años una cultura entera ha determinado que la palabra que estaba legitimada era la del varón", explicó Bernardez.
El documental, que se estrenará el viernes 10 de marzo a las 19 en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (México 441, 2do D), relata este proceso a partir de tres historias protagonizadas por Gimena Fuertes, del ahora diario cooperativo Tiempo Argentino; Natalia Vinelli, directora del primer canal de televisión comunitario legal de la Capital Federal, Barricada Tv; y Silvia Martínez Cassina, delegada en Canal 13.
El registro audiovisual, a la vez, forma parte del Programa de Actualización en Comunicación, Géneros y Sexualidades de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y es acompañado por un relevamiento integral, realizado por Tapia Garzón y Bernardez, sobre la situación laboral de las mujeres en las empresas periodísticas y sus posibilidades de acceso a los puestos jerárquicos.
"Estos casos representan las desigualdades y las luchas en el campo de la comunicación. Un medio recuperado, un medio comercial, un medio autogestionado, tres ejemplos de cómo se puede presentar la misma actitud militante y transformadora en ámbitos diferentes", afirmó Tapia Garzón.
Ante el estreno del documental, que luego se proyectará en sindicatos y salas de varias provincias argentinas, Télam entrevistó a las realizadoras:
-Télam: ¿Qué elementos singulares del debate de género se manifiestan en las relaciones sindicales de prensa?
-Tapia Garzón: El proceso que describe el documental acompañó otro, un proceso de precarización laboral donde las mujeres somos las que lo padecemos de una manera diferencial porque el sistema hace que seamos las primeras expulsadas del sistema laboral, las que más trabajamos como factureras o colaboradoras, mientras nos ocupamos de la casa y de los hijos. Mientras nos despedían y nos precarizaban, descubrimos que, sin embargo, en las luchas muchas compañeras empezaron a tener un rol protagónico. Se mostraban más, tomaban la palabra en las asambleas. El rol de las mujeres en el gremio de prensa fue, por ejemplo, fundamental en los procesos de cooperativización de medios como es el caso de Tiempo Argentino.
-Bernárdez: Creo que sería legítimo preguntarse si acaso era posible narrar una historia que no testimoniara los efectos diferenciales que tienen las medidas de ajuste y retracción particularmente sobre las mujeres trabajadoras del sector formal e informal de la economía. En dos dígitos más se mide la desocupación cuando la estadística compara acceso al trabajo de varones y mujeres. Porque las travestis y transexuales directamente lo tienen casi vedado, se calcula que 9 de cada 10 personas trans no tienen siquiera inserción al mercado de trabajo formal. Porque mujeres son, en su mayoría, las que trabajan bajo la modalidad de colaboradoras en el sector de prensa y comunicación, las que, en alto porcentaje, no tienen firma u ocupan un lugar marginal o subalterno en el tratamiento de las noticias en televisión. Sin pasar por alto la "verdadera grieta horizontal" que hace que un altísimo porcentaje de ellas no accedan a puestos jerarquizados y de decisión en materia de política editorial dentro de los medios que integran.
-El documental está concentrado en los procesos de organización y participación, pero entiendo que eso no está desvinculado de su extensión a los cargos de responsabilidad estrictamente profesionales ni a la posibilidad de mirada de géneros en relación a los contenidos que los medios de comunicación difunden, ¿Cuál es la relación entre estos procesos?
– TG: Disputar la palabra también se juega a la hora de disputar los contenidos hacia adentro de las redacciones, que en nuestro país están conformadas por dos varones por cada mujer trabajadora, y donde las mujeres suelen estar relegadas a contenidos más livianos: dar la hora y el tiempo, sonreír en cámara, hablar de cultura o sociedad, o escribir sobre moda, belleza y cocina, aunque no sepan nada de moda, de belleza o de cocina. Las secciones de Economía, Deportes, cámara o fotografía son, en su mayoría abrumadora, ocupadas por varones. Una diferencia que se agranda en los puestos jerárquicos y en las mesas donde se toman las decisiones acerca de qué es noticia, cuál es la foto del día, qué va en tapa o en un titular. Para construir una agenda que nos incluya también es importante dar esa pelea: hacen falta más mujeres feministas en las redacciones y en los lugares donde se deciden los contenidos. Hacen falta más mujeres hablando y escribiendo de política, economía y deportes. Hacen falta más mujeres en las fuentes consultadas, y que esas mujeres consultadas no sean sólo mujeres que hablen de temas que el sistema patriarcal nos endilga por "naturaleza". Hacen falta más compañeros que tomen noción de la perspectiva de géneros. Y hace falta que la perspectiva de géneros atraviese todas las secciones.
MB: Que ya casi ningún medio se anime a titular como "crimen pasional" un femicidio, no salva el hecho que las coberturas periodísticas sigan plagadas de juicios sexistas y misóginos. Los zócalos televisivos que focalizan en las mujeres victimizadas para encontrar las razones de la violencia estructural, la pesquisa moralizante sobre sus vidas, gustos, hábitos y elecciones, la culpabilización de la movilización de las mujeres como causal de la reacción femicida, son sólo algunos de los aspectos más virulentos de cómo se expresa la falta de formación de comunicadores sociales.
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