Se acerca el invierno y con él, las olas de frío harán que las personas decidan buscar calefaccionar los ambientes con diferentes metodologías. Ante ello, se debe ser precavido, ya que el mal uso y descontrol de los mismos pueden ocasionar intoxicación o muerte. El jefe de Bomberos Voluntarios de Tartagal, Martín Oviedo, recomendó a la comunidad el cuidado de la salud con respecto a estas prácticas.“Los gases tóxicos son letales para la sociedad, más en esta temporada invernal, hay que tomar con mucha precaución con el tema de los artefactos”, sentenció Oviedo. Estos gases, denominados químicamente como Monóxido de Carbono (CO), pueden emitirse por diversos tipos de artefactos que se usan de manera cotidiana en los hogares como cocinas, calefones, estufas, caloventores, termotanques, entre otros.
Estos pueden convertirse en peligrosos en caso de una combustión incompleta del carbón que producen, por ejemplo, cuando se enciende algún combustible con gas natural, propano, gasolina, petróleo, queroseno, madera o carbón. Teniendo en cuenta que los gases son inoloros e incoloros, pueden causar la muerte al ser altamente tóxicos. Cuando entra al torrente sanguíneo, impide el ingreso de oxígeno al organismo, provocando daño en los órganos y un estado de coma en 30 minutos, produciendo así, la posterior muerte.
El primer órgano en verse afectado son los pulmones. Además, en el cuerpo humano o animal, la intoxicación puede producir algunos síntomas como: cefalea, vómitos, compostura, dolor corporal, sueño y/o muerte. Ante cualquier signo de intoxicación o malestar, apagar el aparato, abrir puertas y ventanas, y salir al exterior a tomar oxigeno. Si el estado no mejora acudir al nosocomio más cercano y recibir ayuda. “Según la estadística nacional más de 200 personas mueren por este tipo de intoxicación”, explicó, el jefe de Bomberos Voluntarios.
Por ello, es importante que una persona capacitada realice el control de los aparatos para que no tenga perdida de gas y que posea salida o ventilación, porque al estar tapados puede generar ese Monóxido de Carbono (CO) y entrar al ambiente en el que se habita.
“Los gases son fáciles de detectar porque despinden un hollin negro que pueden ser observados en paredes, cielorrazo, olla, pava u otros artículos. El color de la llama tiene que ser azul, esto está dado en la calibración de aire y de combustible, en este caso gas. Por eso, el artefacto que está consumiendo gas tiene que ser llama azul. Amarillo/naranja indica la presencia de monoxido de carbono”, cerró Martín Oviedo.
