En la misa que marcó el inicio de la Semana Santa, el Papa Francisco pidió que en la Iglesia haya «curas callejeros» que «caminen en medio de su pueblo» y que «estén cerca de los creyentes y de los no creyentes».
Durante la homilía, Francisco señaló que la cercanía es mucho más que una «virtud particular», es una actitud «que involucra a la persona entera, a su modo de vincularse, de estar a la vez en sí mismo y atento al otro», «una actitud clave en el Evangelio».
«Cuando la gente dice de un sacerdote que ‘es cercano’ suele resaltar dos cosas: la primera es que ‘siempre está’ (…). Y otra es que sabe encontrar una palabra para cada uno. ‘Habla con todos’, dice la gente: con los grandes, los chicos, los pobres, con los que no creen… Curas cercanos, que están, que hablan con todos… Curas callejeros», apuntó.