El Ministerio de Salud Pública solicita extremar medidas de prevención para evitar enfermedades respiratorias, las cuales son frecuentes durante el invierno y resultan la principal causa de internación y consulta médica.
Las enfermedades respiratorias son la principal causa de internación y consulta médica de la temporada y afectan a toda la población, especialmente a menores de 5 años y a personas mayores de 65.
La coordinación de Epidemiología de la Provincia, Paula Herrera informó que hasta la fecha se registraron cuatro casos de Influenza, tipo Flu A y Flu B, de las cuales tres se notificaron desde el hospital Público Materno Infantil y otro desde Tartagal. Asimismo, detallaron que los pacientes que requirieron internación por patologías respiratorias fueron mucho menos que el año pasado en esta misma época, pero se hace hincapié en que la circulación del virus existe por lo que los grupos de riesgos deben vacunarse.
Asimismo, la responsable del área de Pediatría del HPMI, Susana Balcarce informó que se registraron 4 ingresos de menores por intoxicación por monóxido de carbono.
Prevención
Para prevenir enfermedades respiratorias tales como la gripe, la bronquiolitis, la bronquitis y la neumonía, entre otras es importante que todos los miembros de la familia tengan las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día:
Gripe: se aplica una vez al año, dos dosis a los niños entre 6 y 24 meses de edad; y una única dosis los adultos mayores de 65 años, las mujeres embarazadas, puérperas, personas con factores de riesgo y personal de la salud.
Neumococo: deben recibir la vacuna los bebés de 2, 4 y 12 meses de vida. Los que no completen ese esquema de tres vacunaciones, deben hacerlo antes de los 5 años. También deben recibirla los niños y adultos con factores de riesgo y adultos mayores de 65 años.
Tos convulsa: la enfermedad se previene aplicando el esquema adecuado en cada etapa de la vida. Consular con el médico de cabecera la aplicación de la dosis adecuada.
Además solicitan reforzar el cuidado personal y del hogar:
-Lavarse las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño o cambiar pañales.
-Ventilar todos los ambientes a diario.
-No fumar en espacios cerrados y mantengas los ambientes libres de humo.
-No auto medicarse. El consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando el diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico.
-Mantener reposo en el hogar mientras continúen los síntomas.
-Cubrirse la boca al toser o estornudar con un pañuelo descartable o con el pliegue del codo para evitar contagiar a otros.
-Para evitar las intoxicaciones por monóxido de carbono dejar siempre una ventilación en todos los ambientes que estén calefaccionados. Ante la sospecha de estar sufriendo intoxicación por monóxido de carbono:
· Abrir ventanas y puertas.
· Salir a tomar aire fresco inmediatamente.
· Apagar los artefactos de gas.
· Concurrir con urgencia a un centro de salud u hospital y/o comunicarse inmediatamente al servicio de emergencias 911.
-En invierno es elemental el control de las instalaciones y el buen funcionamiento de artefactos como estufas y calefactores. También es importante mantener los ambientes bien ventilados y no usar el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente. En caso de utilizar brasero, dejarlo fuera de la casa.
Si hay bebés o niños pequeños en la familia, Salud Pública solicita:
-Lavate las manos antes y después de atender a tu hijos y también lavale a ellos las manos.
-Llevalo periódicamente al control médico.
-Acostá SIEMPRE a tu bebé boca arriba.
-Dale la teta a tu bebé al menos hasta los 6 meses e incrementá la lactancia materna en caso de que el bebé se enferme y tenga pérdida de apetito.
-Evitá el abrigo excesivo y el uso de frazadas o mantas que lo puedan sofocar.
-No le des medicamentos sin receta, ni remedios caseros o tés de ningún tipo.
-Tené presente que un bebé necesita atención médica cuando
· Respira rápido y con silbidos o ronquidos.
· Se le hunde el pecho al respirar.
· Presenta decaimiento y rechaza el alimento.
· Tiene alta temperatura corporal (+ de 38ºC).
· El riesgo es mayor si tiene menos de 3 meses, tiene bajo peso o es prematuro.