Los jueces de la Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal, Asusena Margarita Vásquez, Sandra Mabel Sánchez y Anastasio Vázquez Sgardelis, condenaron a Natalia Inés Aranda (30) y a Rodrigo Santos Figueroa (27) a la pena de cuatro años de prisión de ejecución efectiva por ser autores responsables del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
El hombre será trasladado a la cárcel penitenciaria local, mientras que la mujer continuará con el régimen de prisión domiciliaria, que será monitoreada por la Unidad de Arresto Domiciliario por Monitoreo Electrónico (UADME), utilizando para ello una pulsera electrónica.
Como se recordará, la UADME, que funciona desde julio de 2017, tiene a su cargo el sistema de vigilancia electrónica a privados de libertad, que se encuentren en condiciones de acceder al beneficio de prisión domiciliaria. Funciona en el ámbito del Servicio Penitenciario bajo la supervisión directa de la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios y realiza monitoreo durante 24 horas, los 365 días del año a las personas que acceden al sistema.