Juan Pablo Avellaneda (40) fue condenado a la pena de tres meses de prisión de ejecución condicional por ser autor del delito de desobediencia a la autoridad.
La jueza de la Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal, Asusena Margarita Vásquez, impuso al hombre la obligación por el término de dos años de: fijar domicilio y someterse al cuidado de un patronato; prohibición de acercarse a la víctima y a los lugares donde se encuentre, a una distancia menor de doscientos metros; abstenerse de abusar del consumo de bebidas alcohólicas y de usar estupefacientes.
En la misma audiencia, Avellaneda fue absuelto en el delito de amenazas por el que también había sido acusado y llevado a juicio.
Había desobedecido la prohibición de acercamiento a su ex pareja y a sus hijos impuesta por la jueza de familia.