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«Una enfermedad es un proceso de cambios, de revisión y de renovación»

Salta | Salud "Una enfermedad es un proceso de cambios, de revisión y de renovación"

25 de enero 2017 – 01:30 Entrevista con Silvia Alderete, doctora especialista en medicina biológica.

Marina Cavalletti

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{[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ content ]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ caption ]}{[copyright]} {[ titulo ]} {[ epigrafe ]} {[ copyright ]} Todos deseamos tener buena salud y, con el avance del tiempo, sabemos que las respuestas para obtenerla o fortalecerla no están únicamente dentro de lo tradicional o conocido.Una de las disciplinas que puede favorecer nuestro equilibrio se denomina "medicina biológica". Es una expresión de lo que llamamos "medicinas complementarias". Su valor principal reside en la síntesis de técnicas tanto milenarias como de reciente aplicación, comprendiendo conocimientos legados por grandes líneas de la medicina antiguas y actuales. Para conocer más al respecto dialogamos con la doctora salteña Silvia Alderete, especialista en este campo y develamos la potencia de su aplicación.Te dedicás a la medicina biológica que complementa a la tradicional, ¿qué implica necesariamente este colaboracionismo?La medicina es una, las terapias se complementan entre sí, variando tanto en filosofía como en recursos y técnicas, pero todas tienen como objetivo la prevención de la enfermedad, su curación o la optimización de la calidad de vida cuando dicha "curación" no puede lograrse. Por otra parte, no es posible hablar hoy en día acerca de "terapias alternativas". Las terapias sustentadas en la ciencia y el arte de curar son absolutamente complementarias, no compiten entre sí ni se desmerecen unas a otras. Hoy en día la ciencia entiende, justifica y explica terapias ancestrales que hasta ahora no contaban con dicha explicación (el caso de la acupuntura, la homeopatía, las terapias de información, la sintergética, etc.). Tenés formación inicialmente tradicional. ¿Dirías que las respuestas científicas más "formales" no son suficientes para atender al paciente?Básicamente creo que lo que hace una gran diferencia -en cuanto al marco filosófico de las medicinas tradicionales y las complementarias- es que estas últimas tienen en cuenta la esencia energética del ser. De hecho, esto cambia la perspectiva en el diagnóstico y tratamiento del ser enfermo. El tener en cuenta lo energético supone el reconocimiento de una esencia que da sustento a la sustancia. Así, contemplando al ser como una totalidad espiritual-energética-emocional, mental y física, se tiene en cuenta una fase pre-clínica de la enfermedad que contribuye enormemente a la prevención de la enfermedad o sus complicaciones. Otra gran diferencia es el modo en que las terapias biológicas consideran a la matrix extracelular, mientras las tradicionales han puesto especialmente el enfoque en el campo celular.Por otra parte, al tener en cuenta lo energético y anímico, está implícito el intercambio de estos factores en el binomio "médico-paciente", ya que la resultante del contacto es más rica que lo que aporta cada uno de ellos. Por eso se tiene en cuenta también el encuentro que en sí mismo es terapéutico.En síntesis, tanto la medicina tradicional como las complementarias son necesarias para ofrecer juntas lo mejor.¿Para qué tipo de problemáticas se aplica la medicina biológica?, ¿hay una rama pediátrica?La medicina biológica es excelente en la prevención de la enfermedad y en patologías crónicas. Sin embargo, lo dicho es un resumen a medias exacto, ya que la medicina (cualesquiera sean sus ramas y enfoques) trata al ser humano, no a la enfermedad o al síntoma aislado. Desde esta visión, cualquier individuo, de cualquier edad y dolencia, puede recibir medicina biológica para mitigar o sanar su problemática de salud, sin excluir a las especialidades clásicas y absolutamente necesarias que pudieran contribuir a resolver dichas problemáticas. El paciente merece lo mejor. Y lo mejor es contar con un equipo de salud pleno, cuyos integrantes puedan respetarse y relacionarse entre sí, admitiendo mutuamente su saber y su siempre presente intención de ayudar desde el bagaje de su ciencia particular, el arte desarrollado en sus técnicas y procedimientos y su plena humanidad.¿Qué es específicamente un equipo médico-paciente?, ¿se trata de una concepción holística en contraposición a la fragmentaria o de especialidades ?Como te decía antes, cuando ocurre realmente un encuentro humano con una intención común (en este caso sanar) ocurre el surgimiento de una "tercera fuerza" que los trasciende a ambos y que puede ser más evocadora de la condición "invocada" (sanar). Esto supone un encuentro comprometido por parte de ambos, adonde el médico es docente y guía, y el paciente un compañero responsable y plenamente partícipe en su proceso de sanación. Es decir, debe estar presente el compromiso de cambiar. Una de las características de las medicinas complementarias es la búsqueda de la responsabilidad y presencia activa del paciente para poder cambiar sus estados de ánimo, sus hábitos nocivos, y mejorar sus procesos de adaptación al nuevo tiempo que supone la oportunidad enfermedad-salud como procesos permanentes.¿En el mundo actual se tiene real conciencia de ese todo que componen alma-mente, cuerpo y emociones? Yo creo que ya existe plena conciencia acerca de la constitución humana más íntima. Hoy se habla en todos los ámbitos de la influencia de los aspectos emocionales en el desarrollo de la enfermedad y en su curación. También están a disposición una serie de métodos de autoayuda que dejan explícita la importancia enorme y decisiva del papel del enfermo en el proceso de su curación. ¿Por qué las mal llamadas terapias alternativas tienen cierta "mala prensa"?La mala prensa obedece, en mi opinión, a la falta de conocimiento del valor de estas terapias, su estudio a lo largo de las décadas, su validación científica con los conocimientos actuales. Pero también, al uso indebido, atrevido e ignorante de algunos terapeutas que, esgrimiendo el nombre de estas terapias maravillosas, manipulan a las personas en su buena fe y en su necesidad. Pero esto existe en todas las actividades humanas, profesionales o no. Ya que hablamos, en el fondo, del sentido ético que mueve (o no) a los terapeutas en su accionar, es un problema humano, no es un problema de estas terapias ancestrales y modernas.¿Cuáles son las consultas por las que mayoritariamente te piden asesoría los pacientes?Un gran porcentaje obedece a patologías que tienen como síntoma central al dolor (agudo o crónico), y otra serie de entidades clínicas que no pueden explicarse sino teniendo en cuenta el concepto de "campo interferente". Es decir, la presencia de un factor que induce enfermedad o su cronicidad, inexplicada por métodos habituales de diagnóstico. Decís que la salud es un proceso y un estado al mismo tiempo, ¿a qué te referís? También afirmás que puede reconquistarse, ¿de qué manera?La salud y la enfermedad son procesos dinámicos, en el momento de "fotografiarlas" con medios diagnósticos, por ejemplo, las convertimos en una foto, en un estado. Pero ese estado está mutando permanentemente, en virtud de los campos interferentes, los estados emocionales, los factores ambientales, alimentarios, tóxicos, los referidos a hábitos en general, los referidos a contaminantes ambientales y, definitivamente, a los procesos de conciencia. Una enfermedad no es un hecho aislado, ni un castigo ni una maldición, es siempre un camino de perfección y de anhelante búsqueda de la alineación perdida con el propio ser. La enfermedad es un proceso de revisión, renovación y cambio, una oportunidad de aprendizaje y evolución. Recién ahora estamos siendo conscientes de la bendición escondida en forma de calamidad. Todo es aprendizaje, todo es mutación y transformación, todo invita a un proceso consciente. Por eso me encantó una entrevista que leí una vez a una homeópata (no recuerdo su nombre) que decía que ella enseñaba a sus pacientes a preguntar ante la aparición de un síntoma "¿qué puedo hacer?" antes que "¿qué puedo tomar?"¿Nuestra salud depende exclusivamente de nosotros?No, en un universo conectado como el nuestro, nada depende exclusivamente de sí mismo, todos estamos ligados a un ambiente, a una familia, a unos hábitos adquiridos, a un complejo intercambio de energía y de información. Pero tampoco por ello somos simple observadores o víctimas de las circunstancias, somos actores principales en nuestros procesos de vida. Y en esos procesos la salud está involucrada en la danza de la vida que no pocas veces se enreda y nos trae dolor y quietud, cesando la danza repentina o paulatinamente. Pero nosotros podemos hacer mucho para volver a danzar y ordenar los hilos que nos hicieron caer. Aún podemos volver a danzar sin brazos ni piernas, porque, como decía, la materia es un señalador de vacío, y hay más vida, integridad y belleza, en lo que no vemos dentro nuestro y a nuestro alrededor. Nuestro espíritu no enferma y además, tiene potencia sanadora. El gran reto ahora es formar parte del equipo de salud desde nuestro potencial, desde nuestra capacidad sanadora, desde nuestro sentido de sanar y enfermar, desde nuestra responsabilidad planetaria de evolucionar y traspasar las vallas y los desafíos para poder llamarnos humanos. Aparecen

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