A los 67 años, Víctor Bererciartúa, más conocido como Vitico, no tiene planes de detener su marcha. "Estoy muy contento de llevar como músico cinco décadas tan coherentes y sentirme casi como cuando empecé", dice camino al ensayo de Viticus, la banda que formó en 2001 y con la que el viernes 30 se presentará en Vórterix. La fecha en el spot de Colegiales será el festejo oficial de su medio siglo arriba de los escenarios, un recorrido que comenzó con Alta Tensión y La Joven Guardia, y continuó hasta sentar las bases del rock pesado en la década del 80, codo a codo con Pappo. "Tenía una invitación que decía 'Primavera del 66 – Los Mods', que fue la primera banda con la que empecé, y se perdió en el incendio de mi casa en Tigre. Tenía previsto hacer esto para que fuera en la primavera del 2016 y es exactamente lo que estamos haciendo."
50 años es un número al que llegan pocos. Están The Who, los Stones, Paul McCartney y Neil Young, pero la lista no va mucho más allá de eso.
¡Y que encima uno pueda contarla y se acuerde de las fechas! (se ríe) Nunca pensé que iba a llegar a esta edad, y estoy muy contento porque además del festejo, vamos a adelantar dos temas del disco nuevo. Ya tenemos las diez bases grabadas en cinta de dos pulgadas en el estudio El Attic, en General Rodríguez, y ahora estamos laburando con las guitarras y las voces en el estudio de Javier Bereciartua, que es casi como si fuera nuestro, porque es hermano de Sebastián (su sobrino, guitarrista de Viticus). Y ahí estamos tomándole el ritmo a las voces y las guitarras, pero haciéndolo bien, sin apuro. No es para este fin de año, porque no quiero competir con las modelitos que cantan.
Tampoco sentís la necesidad de apurar las cosas.
Exacto, no quiero tener que terminarlo rápido. Nosotros entre discos somos así desde el principio, y siempre fuimos independientes. Parte de lo que ganamos lo reinvertimos y amigos nos ayudan para poder seguir en esto, porque ahora las compañías casi no existen. De todas maneras, nosotros cada vez que sacamos un disco vendemos 3 mil copias, que no es poco en estos tiempos. Si hay algo que puedo decir con cierto orgullo es que me hice de abajo de nuevo. Yo salí a tocar al principio para 20 personas, y con el paso del tiempo la gente fue llegando y ahora estamos bien. La gloria la tuve con Riff y no pretendo eso, sí seguir tocando porque me divierto mucho.
Armaste una banda en la que tocaste con tu hijo y tu sobrino, y hasta llegaste a subir a tu nieto al escenario. ¿Cómo te pega eso?
El viernes quiero que estén ellos, y también Luciano (Napolitano) porque es su cumpleaños y yo soy el tío Víctor para él. Además, ayer hablé con él y me dijo (le imita la voz): "Y claro que voy a estar ahí, si es mi cumpleaños y a mí en la familia no me quiere nadie". Me pega muy bien, que hay que seguir adelante mientras uno pueda y tenga ganas, y tengo las mismas ganas que al principio. Vi a los Stones en Montevideo. Están como nuevos, y son mayores que yo. Ganan más plata que yo, pero más allá de eso son pibes como nosotros que empezaron haciendo lo mismo, y después de más de 50 años están ahí y lo siguen haciendo. Es fabuloso. Yo pensaba que mi próximo festejo es a los 100, como para decir: "Vengan a esta fecha que después hasta dentro de 50 años no celebro de vuelta".
¿Qué ves que le pasó al rock durante este recorrido de 50 años?
Ya no es el furor que fue en otro tiempo, desde Van Halen que no sale nada nuevo muy revolucionario. Yo estoy feliz de haber vivido las épocas en que salían discos de los Beatles, los Rolling Stones, Led Zeppelin, Jimi Hendrix y Deep Purple; te volaban la cabeza. Ahora no existe nada de eso, al menos así tan grande. Cuando salió Elvis y después los Beatles fue un delirio que cambió la cultura mundial. Los tipos ofrecían tener éxito de una forma distinta a cualquiera de las que te proponía el sistema, que eran las carreras de ingeniería, abogacía o trabajar en algo y ser muy hábil. Esto era distinto y mucho más divertido.
A principios de año sufriste el incendio de tu casa en Tigre, donde perdiste varios de los trofeos que acumulaste en todo este tiempo.
Todo lo que había juntado en la vida estaba ahí, salvo algunas guitarras y equipos que por suerte estaban afuera por diferentes motivos. Sinceramente, el haber salido vivo de allí me hizo pensar que realmente lo material no es lo más importante para mí de ninguna manera. No me puse a lamentarme, porque si te sentís bien y te sentís íntegro con vos mismo, la pérdida material no es importante, porque estás entero y seguís para adelante. Después se hizo el show en Vórterix, y con esa guita pude mudarme después de dos meses en los que Malena Massa me facilitó una posada mientras me organizaba y buscaba algo. Ahora pagué un año adelantado y arreglé una casita muy tranquila que encontré y estoy muy contento.