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Zappa Vs. Zappa: la batalla por la herencia

Ciudad FM

Frank Zappa con sus hijos Moon, Gail, Diva y Dweezil (desde la izquierda), en 1988. Foto de Kevin Winter-DMI-The LIFE Picture Collection-Getty Images.

Es hora de la prueba de sonido en el Capitol Theatre, al norte de Nueva York, y Dweezil Zappa dirige a su banda mientras tocan temas de su padre, Frank. Dweezil, 46 años, ha estado tocando la música de su papá con regularidad durante una década, pero su gira actual es más extraña -y más tensa- que cualquier otra en el pasado. Mientras desconecta su guitarra, Dweezil observa el pasillo vacío. "A veces la gente del público grita cosas, así que prefiero hablarlo en el escenario", dice. "Siento que la gente está tomando partido."

Este debería ser un año para honrar el legado de Frank Zappa, fallecido en 1993. Hay un nuevo y aclamado documental sobre él, Eat That Question, en el cine, y una serie de reediciones deluxe y material de archivo acaba de llegar a las bateas. La gira de Dweezil incluye temas del clásico debut de Zappa, Freak Out!, aparecido hace 50 años. Pero en lugar de festejar, los cuatro hijos de Zappa están atrapados en un drama que ha dividido a una familia alguna vez unida, y está exponiendo sus extravagancias enfrente de todo el mundo. "Yo esperaba que pudiéramos mantener en secreto el hecho de ser una familia con problemas", dice la hija mayor Moon, 48 años, actriz y novelista. "¡Oops!"

El año pasado, Gail Zappa -la viuda de Frank, a cargo de la herencia desde su muerte- se estaba muriendo de un cáncer de pulmón, y empezó a decir, según Moon, "cosas raras". "Dijo: '¿Me perdonás por lo que hice?'. Yo le dije: 'Claro', sin saber a qué se refería." Cuando Gail se murió en octubre, Moon descubrió lo que podía estar queriendo decir. Dweezil y Moon descubrieron que sus dos hermanos -Ahmet, 42 años, quien dirige una productora de cine y televisión y creó la franquicia de Star Darlings de Disney, y Diva, 36 años, una diseñadora de indumentaria- habían quedado a cargo del negocio familiar.

Según los deseos de Gail, Ahmet y Diva se quedaron con un 30% de la herencia cada uno; mientras que Dweezil y Moon tuvieron que conformarse con un 20% por cabeza. "Somos como accionistas que no tienen voz ni voto", dice Dweezil. Moon añade: "Me agarró completamente por sorpresa. Durante todo un año estuve cuidando a mi madre; llevándole jugos, llevándola en auto a las citas con el médico. ¿Cómo hacés para mirar a alguien a los ojos y decirle: 'Gracias por el masaje', y al mismo tiempo conspirar contra esa persona? Es inadmisible."

Según un allegado, la decisión de Gail se basó en su percepción de cuáles eran los roles de los hijos. "Moon y Dweezil nunca tuvieron ningún interés en el negocio", dice Owen Sloane, abogado de la Zappa Family Trust, dirigida por Ahmet y Diva, "mientras que Ahmet es un hombre de negocios y ayudó a Gail a hacer negocios".

"Hubo tantas órdenes judiciales contra bandas que trataban de tocar la música de Frank", dice Dweezil. "Y ahora me llegó a mí."COMPARTILO

Una de las batallas más desagradables en esta reciente pelea familiar involucró a los shows en vivo de Dweezil. Durante años, Dweezil tocó bajo el nombre de Zappa Plays Zappa. Pero, técnicamente, necesita permiso de los herederos para hacer shows con tantos temas de su padre, y también para vender merchandising de Zappa. Pero nunca pudo ponerse de acuerdo con sus hermanos, así que las negociaciones terminaron con Dweezil declarando que simplemente no llevaría ningún tipo de merchandising de Zappa a las giras. (Dweezil también dice que le deben dinero de ventas pasadas.)

"[Dweezil] dice que los herederos estamos tratando de pararlo, lo cual es un millón por ciento falso", dice Ahmet. "Mi hermano dice: 'No voy a vender su merchandising'. Y yo le contestaría: '¿Por qué?'. Es algo que ayuda al negocio, y que también le da dinero a él." Sloane caracteriza las acciones de Dweezil como un intento de "apropiarse para su propio uso de bienes que deberían ser compartidos por toda la familia".

En abril, Dweezil recibió una carta del fondo que decía que, si insistía en seguir usando el nombre Zappa Plays Zappa, estaba violando las leyes de marca registrada. "Hubo órdenes judiciales para tantas bandas que trataban de tocar la música de Frank", dice Dweezil. "Y ahora me llegaban a mí." Para evitar una potencial acción legal, Dweezil decidió cambiar el nombre de la gira a 50 Años de Frank: Dweezy Zappa Plays Whatever the F@%k He Wants – The Cease and Desist Tour. "Quiero cumplir todos mis compromisos con organizadores, fans y también con la gente que trabaja para mí", dice, "así que lo único que podía hacer era cambiar el nombre".

Las raices de la pelea pasan por la relación de los chicos con Gail -la dura matriarca que estaba a cargo de la herencia de Zappa- y, hasta cierto punto, por una dinámica familiar que se remonta al ascenso de Frank como pionero del freak-rock. Frank y Gail se conocieron en 1966, cuando Gail trabajaba en un club de Los Angeles, y se casaron al año siguiente. Empezando por los nombres de los chicos, la vida en la familia Zappa era tan poco convencional como la música de Frank. Muchas veces, Frank trabajaba de noche, y puesto que no le gustaba manejar, Moon dice que Gail despertaba a los chicos en medio de la noche en su casa de ocho ambientes en Laurel Canyon para ir a buscarlo a un ensayo.

Dweezil estaba tan acostumbrado a escuchar la compleja música de su padre que el pop normal lo aburría. "Escuchaba la radio y pensaba: '¿Dónde está el resto?'", dice. "No había instrumentación compleja ni ningún arreglo intrincado." "Frank era una persona muy equilibrada, muy considerada y afectuosa", recuerda Moon. "Pero no sabía cocinar. Ponía una salchicha en un tenedor y la cocinaba sobre la hornalla."

Gail era leal a Frank, y también tenía un costado extrañamente sobreprotector. Según Moon, a su madre le horrorizaba la idea de que su hija fuera secuestrada, así que Moon muchas veces se acostaba en el asiento trasero del auto, cerraba los ojos y trataba de adivinar a dónde estaban yendo de acuerdo a los giros que daba. "Había mucha paranoia de este estilo", dice.

En un momento, según Moon, una de las groupies de Frank -una mujer de Australia- se mudó al sótano de la familia. (El costado positivo, dice Moon, era que la presencia de la groupie permitía a la joven Moon y a Dweezil dormir en la misma cama de su madre). "Estaba toda la revolución sexual ocurriendo en nuestro living", dice Moon.

Ella recuerda a su madre obligándola a pagar por el tratamiento para el cáncer de su padre. "Dijo que les había costado 250.000 dólares criarme, y que por lo tanto ahora yo tenía que vender mi casa", dice. "Fue sólo hace poco que pensé: 'Un momento: ¿costó 250.000 dólares criarme?' Qué frase más rara para decirle a tu propia hija."

Poco antes de su muerte, Frank le dijo a su mujer que "vendiera todo y saliera de este horrible negocio". En su lugar, Gail, hija de un físico nuclear que supuestamente trabajó en el Manhattan Project, se volvió la guardiana estricta y muchas veces beligerante del negocio de la familia Zappa. (En 2008, demandó sin éxito a un festival en homenaje a Zappa en Alemania luego de que sus organizadores usaran un logo que recordaba el típico bigote de Zappa.) "Algo cambió [cuando Frank se murió]", dice Dweezil. "Gail puso las cosas más difíciles. Quizá se sintió indefensa durante mucho tiempo y sintió que finalmente tenía la oportunidad de decir: 'Muy bien, ahora me toca a mí'."

Dweezil dice que siempre fue "muy cercano" a su mamá, hasta la muerte de Frank. Pero después de esto, empezó a haber tensiones acerca de cuestiones tan diversas como los pagos del merchandising y el hecho de que Gail le sacara guitarras que Frank le había dado a Dweezil.

Ahmet admite que su madre puede haber sido un tanto "particular": "Era tenaz, e hizo las cosas a su modo. Pero eso no la convierte en la persona que ellos quieren que parezca". Dice que los problemas de sus hermanos están relacionados con el dolor por la reciente muerte de su madre. "Claramente, están dolidos", añade. "Pero yo no soy su madre. Tienen muchos problemas de enojo que proyectan en mí. ¡Yo no los crie! Yo pensé: 'Vayan a terapia, ¡prueben eso!'."

Dweezil y Ahmet tenían una relación infinitamente mejor en los 90, cuando ambos giraban por el mundo con su grupo Z, e incluso co-conducían un programa de corta vida en USA Network. Ahora, los hermanos se comunican únicamente a través de abogados y cartas abiertas.

Incluso el valor de la herencia de Zappa está en disputa. Frank lanzó más de 60 discos antes de su muerte (desde entonces aparecieron más de 40), y el año pasado, la Zappa Family Trust entró en un contrato con Universal por reediciones y el lanzamiento de material inédito en vivo. Pero, según Dweezil, el fondo está "peor que en bancarrota", en parte gracias a una demanda judicial interminable que Gail inició contra el sello discográfico de Frank por los derechos digitales. Ahmet dice que el fondo eventualmente se recuperará: "[Lo que dice Dweezil] no es cierto, en el sentido de que, con el tiempo, será rectificado." La casa de la familia Zappa está actualmente hipotecada, según Sloane, luego de haber estado en el mercado por cinco millones y medio de dólares.

Un segundo documental, autorizado por Gail, está en camino, dirigido por Alex Winter. Pero incluso esto se transformó en otro frente de batalla para la familia. Moon dice que Winter -más conocido por hacer de Bill en Bill y Ted- "no habría sido mi primera opción". ("Me acerqué a Gail [para tener acceso al material]", dice Winter. "Pensé que la familia iba a resolver las disputas que tuviera. Es realmente triste.")

Los herederos de Zappa no han "decidido" ninguna acción legal contra Dweezil, dice Sloane, y esperan alcanzar un "arreglo razonable" con el músico, quien empieza una gira de otoño en septiembre. "Me encantaría que la gente experimente la música de Frank", dice Dweezil. "No soy una víctima, pero sí quiero defender lo que me parece que está bien."

Quizá lo único que une a la familia es la tristeza mutua por la manera en la que este drama privado tomó estado público. "Pensé que eran mucho más cool que esto", dice Ahmet acerca de Dweezil y Moon. "No somos los Kardashian." Moon espera que otros puedan aprender de los problemas de su familia. "Tanta gente se me acercó y me dijo: 'Dios, me está pasando algo parecido con mi familia'", dice. "Eso me da alivio."

David Browne

CIUDAD FM

CANAL 12

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