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David Bowie: La guía

Ciudad FM

Tenés que tenerlo

Hunky Dory

1971

Planeta Tierra, conozcan a David Bowie. O, mejor dicho, a uno de los Bowie posibles (incluso en 1971, el antiguo David Jones ya había usado y descartado varios disfraces pop: el de cantor de folk hippie, el de muchacho pinup londinense y más). Se anotó un extraño éxito en el verano (boreal) de 1969 con "Space Oddity", pero Hunky Dory fue el disco con el que se coronó como el rockero con más álter egos del rock & roll, presentándose como "The Actor" en la contratapa, al mismo tiempo que se expandía como cantante, compositor y freak todoterreno. Bowie canta baladas surreales como "Life on Mars?" y "Quicksand" como si fuera una reina de teatro cósmico. También le roba un flash de guitarras a la Velvet Underground en "Queen Bitch". Con el aporte de Rick Wakeman, de los prog-rockers Yes, en el piano, y de Mick Ronson en la guitarra, Hunky Dory fue una revelación que casi nadie notó: Bowie estaba tan más allá de todo que al público (y al propio rock & roll) le llevaría un tiempo estar a su altura.

The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars

1972

Bowie se cansó de esperar que el mundo lo consagrara como rockstar, así que lo hizo él mismo, en el papel de un mesías del glam que llegaba del espacio. Este disco conceptual lo transformó en un freak total en su tierra. Era extravagante a un nivel que el rock no había visto antes, y alardeaba sobre sexo ("Suffragette City"), alienación mórbida ("Five Years") o ambas ("Moonage Daydream"). "No quiero ser una radio", dijo Bowie. "Prefiero salir y, en cambio, ser un televisor color.

Station to Station

1976

Como todas las estrellas de rock de los 70, Bowie tuvo que mudarse a L.A. y pasar uno o dos años con la cabeza enterrada en un bowl de merca. Pero, a diferencia de la mayoría de ellas, él hizo un gran disco de esta manera. Station to Station tiene su épica más volada en el tema del título, un groove de funk robótico y místico. "TVC15" reúne guitarras metálicas con el pavoneo del piano de Roy Bittan de la E Street Band. En la última canción, "Wild Is the Wind", se apropia del tema de una película de los 50 que aprendió de Nina Simone. Bowie confesó que apenas se acordaba de cómo hizo Station to Station, pero dado el oscuro estado mental que el disco representa, probablemente haya sido mejor así.

Blackstar

2016

De la nada, Bowie anunció que editaría Blackstar el día de su cumpleaños número 69. El disco probó ser una de sus declaraciones musicales más poderosas, desplegando meditaciones jazzeras como "Lazarus" y "Blackstar", e inspirado en Kendrick Lamar y D'Angelo. Pero dos días después, el mundo se sorprendió al descubrir que Bowie tenía otro secreto. Su muerte reveló que Blackstar era también su majestuosa despedida, confrontando la muerte en la agridulce "I Can't Give Everything Away". Un artista innovador hasta el final.

Material selecto

Aladdin Sane

1973

Después de un año de gira por Estados Unidos con su personaje de Ziggy, Bowie y su música se pusieron más pesados en Aladdin Sane. Incluyó sexo, drogas y decadencia a rolete, desde la sátira del adolescente drogadicto y prostituido de "Cracked Actor" hasta "Watch That Man", uno de los robos más graciosos y vulgares de Bowie a los Rolling Stones.

Low

1977

Bowie se escapó de L.A. para empezar de cero en Berlín. Low se divide en impulsos de rock oblicuo y temas instrumentales con sintetizadores, con Bowie rumiando acerca del desastre en que se había transformado su vida en "Always Crashing the Same Car". Este álbum inició su Trilogía de Berlín, y sigue siendo el disco más emocionalmente acertado acerca de cumplir 30.

Heroes

1977

El segundo capítulo de la Trilogía suena completamente diferente, sobre todo gracias al guitar hero Robert Fripp. El tema del título se volvió uno de los standards más adorados de Bowie, y "Blackout" es uno de sus mejores tesoros ocultos, una acumulación de bajos disco y guitarras lúgubres, sobre las que aúlla: "¡Sáquenme de las calles!", probablemente en respuesta al célebre apagón de Nueva York de 1977.

Scary Monsters

1980

Al final de los 70, Bowie recordó una década que él había ayudado a definir, y la hizo pedazos, con sátiras de post-punk futurista como "Fashion" y "Teenage Wildlife". En "Ashes to Ashes", revistió la historia del Major Tom, actualizando su épica de un astronauta triste en clave New Romantic.

Heathen

2002

Bowie ignoró cualquier indicio de moda en el rock comercial de la época y se reencontró con Tony Visconti, productor de su edad dorada, en un atrevido set de meditaciones guitarreras sobre la paternidad y el romance adulto, como "Sunday" y la majestuosa "Slip Away". Además, reversionó a Neil Young y los Pixies.

Para una inmersión

The Man Who Sold the World

1970

Un disco de hard-rock sorprendentemente blusero. "The Width of a Circle", de ocho minutos, es Mick Ronson en su cénit como dios de la guitarra, y relatos acústicos como "All the Madmen" y "After All" son retratos terroríficos de una mente a punto de caer en la locura.

Young Americans

1975

Bowie se fue corriendo hasta Filadelfia para hacer un disco de R&B de último modelo. Lo llamaba "plastic soul", pero suena totalmente sincero, especialmente en la onda soleada estilo Stevie Wonder de "Win".

Lodger

1979

El último y menos apreciado capítulo de la Trilogía de Berlín, con Adrian Belew, el loco de la guitarra, haciendo estragos a lo largo de relatos ingeniosos sobre el malestar y el jet-lag de la mediana edad. Lodger puede enorgullecerse también de "Boys Keep Swinging", uno de esos himnos que profetizan sobre la muerte del rock.

Let's Dance

1983

Gran oficio para hacer hits de los ochenta, cortesía de Nile Rodgers. Bowie se pone zapatos rojos para bailar blues.

Earthling

1997

Earthling fue vendido como el disco de drum-and-bass de Bowie. Pero debajo de la espantosa producción hay un disco encantador y apasionado sobre el matrimonio, el gran tema de sus últimos años.

Bowie at the Beeb

2000

Estas grabaciones de la BBC muestran lo poderoso que era en vivo desde el inicio, y, sino, vean su feroz versión de "White Light/White Heat", de 1972, en la que alardea: "La luz blanca me hace sonar como Lou Reed/La luz blanca va a satisfacer todas mis necesidades".

The Next Day

2013

Después de un parate, lanzó un corte tristísimo, "Where Are We Now", y un disco de canciones pegajosas. Era genial que estuviera de vuelta, como fuera que él quisiera.

Rob Sheffield

CIUDAD FM

CANAL 12

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