Desde 1992, cada 6 de mayo, se conmemora el Día Internacional sin Dietas, con el fin de concientizar y promover la aceptación corporal, fomentar las diversidades corporales y alertar sobre el peligro que conllevan los trastornos alimenticios. Como motivo de ello, la propuesta conlleva la utilización de un lazo de color azul claro.
La fecha fue propuesta por la activista británica Mary Evans Young, quien, tras ver un programa televisivo a través del cual se promovía un estereotipo de belleza asociado con la delgadez, decidió emprender una lucha contra la industria de los productos dietéticos y objetar los imaginarios sociales respecto a los ideales hegemónicos de belleza. A raíz de ello, Young postuló una serie de objetivos y pautas que deben considerarse en este día
1- Poner en duda la idea de una forma corporal “correcta” (canon de belleza).
2- Crear conciencia de la discriminación debido al peso y erradicar la gordofobia.
3- Declarar un día libre de dietas y obsesiones por el peso corporal.
4- Resaltar hechos acerca de la industria de los productos de adelgazamiento, llamando la atención de la ineficacia de muchas de las dietas comerciales (sin consultar a un médico).
5- Recordar a las víctimas de los desórdenes alimenticios y las cirugías para perder peso: liposucción, abdominoplastia y cirugía bariátrica (muertas o enfermas).