Este 21 de junio, se celebró el día Nacional del Apicultor para promover la actividad que no solo producen miel, sino también cera, polen, propóleos y jalea real. Según estudios, las abejas contribuyen a la biodiversidad de los ecosistemas naturales y tienen además, una relación directa con la mayoría de los alimentos que consumimos. Al polinizar las flores, favorecen la producción de más cantidad y mejor calidad de frutas y hortalizas como el café, sandía, frutilla, naranja entre otras.
Reyna Sala, apicultora de la zona, menciona que la actividad está muy poco valorada y no tiene la mejor paga, pero nuestro país está ubicado en el tercer puesto de producción mundial, eso explica que los apicultores realizan un buen trabajo. “Nosotros batallamos día a día contra la contaminación, y si no estuviéramos haciendo nuestra parte, las abejas estarían muriendo. Algo que afectaría a nuestro planeta y a la biodiversidad en su totalidad.”, sentenció.
A todo esto, Sala da un ejemplo como el del ganado, que no tendrían el follaje perfecto para su consumo. Similar situación para las aves que dependen de las granjas frutihortícolas, que crecen gracias a la polinización de las abejas, En el peor de los casos, el ser humano se ahogaría por el polen suspendido en el aire. Para Reyna, “el apicultor se hace como cualquier otra actividad, pero en el camino se deben capacitar y mucho depende del capital y del interés que uno se propone”, cerró.
“Tengo mi emprendimiento familiar llamado “Apis Reyna” desde hace un tiempo, pero desde temprana edad estoy en la apicultura. Nuestra PyME está a 6 kilómetros de la Ciudad y las ventas las realizamos en nuestro local y a través de las redes sociales”, finalizó Reyna.
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