Nota principal
La estimulación vagal es para pacientes con epilepsia refractaria, es decir, que no responden a los tratamientos farmacológicos.
La epilepsia es uno de los trastornos neurológicos más frecuentes provocado por descargas neuronales desordenadas, bruscas y excesivas, que se originan en el cerebro y provocan crisis epilépticas.
Alrededor de 1 de cada 100 individuos en todo el mundo tiene epilepsia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si bien cerca del 80% de estos pacientes presentan una respuesta apropiada a los fármacos antiepilépticos, existe entre un 20 y 25% de los casos que son refractarios. Esto significa que no logran controlar sus crisis con estos medicamentos por lo que requieren de alternativas terapéuticas.
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Para ellos existe un nuevo tratamiento que ayuda a controlar las crisis. La estimulación vagal (VNS Therapy) consiste en la estimulación eléctrica intermitente del nervio vago izquierdo (ubicado en el cuello) a través de un generador de impulsos.
Este tratamiento de estimulación del nervio vago puede ser utilizada en chicos e incluso en bebés.
“El nervio vago recibe el estímulo y lo envía hasta el lugar del cerebro donde se originan las crisis, fomentando los mecanismos inhibitorios o reduciendo los mecanismos de excitación que juegan un rol importante en el origen de las crisis”, describe el doctor Roberto Caraballo (M.N 61757), neurólogo especialista en epilepsia y jefe de clínica a cargo de las epilepsias refractarias del Servicio de Neurología del Hospital Garrahan.
La terapia, que requiere de una intervención mínimamente invasiva y reversible, se aplica mediante un dispositivo, similar a un marcapasos, que se implanta por debajo de la piel con dos incisiones pequeñas y se programa para el tratamiento específico de cada paciente.
Más de 100.000 pacientes en el mundo ya fueron tratados con esta terapia.
"El sistema cuenta con un imán que se active cuando el paciente o familiar advierte la llegada de una crisis. Así ayuda a controlar, ya sea deteniendo, acortando o disminuyendo, la intensidad de la crisis y reducir notablemente el período de recuperación”, explica el también presidente de la Sociedad Argentina de Neurología Infantil.
¿Qué beneficios tiene esta terapia?
La estimulación vagal disminuye la frecuencia y la intensidad de las crisis. En el caso de los chicos, mejora el rendimiento escolar y las actividades sociales. Además, reduce las hospitalizaciones y emergencias y, sin dudas, mejora la calidad de vida del paciente y su familia, resume Caraballo.
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