Sociedad
05/03/2017 comienzo de clases
Escuchar, recomponer y empezar de nuevo, las prioridades en las escuelas Volcán y La Emilia
El primer día de clases para los niños de esas localidades no será este lunes como todos los años luego del alud y la inundación que sufrieron, pero las secuelas serán contenidas por los docentes que priorizaron "escuchar" y "contener" a los alumnos en los primeros meses del año lectivo basados en la confianza que genera su figura en la comunidad.
"Los niños necesitan estar en la escuela", dijo a Télam Gabriel Díaz, profesor de historia desde hace 15 años de la secundaria "Punta Corral", que junto a la primaria "25 de Mayo" educa a 110 chicos en Volcán, la localidad del norte jujeño que el 10 de enero pasado fue tapada por un alud de tierra y agua.
Díaz vive en San Salvador de Jujuy, y aquel 10 de enero no dudó en recorrer los 40 kilómetros que lo separan de Volcán, pero no pudo llegar porque las rutas estaban cortadas.
"Sentí impotencia, dolor y bronca por no saber cómo ayudar a mis alumnos. A muchos los conozco y mantenemos una relación de cariño y confianza, por lo que hasta que se habilitó la ruta organizamos una colecta con otros docentes y una vez que pudimos entrar repartimos las cosas básicas en el pueblo", destacó el docente.
La escuela fue tapada por medio metro de barro. Perdieron mobiliario, libros y documentación con la trayectoria escolar de los alumnos. Ahora no hay barro y ya fue pintada, pero aún le faltan muchas cosas, aunque los docentes celebran la recuperación de un espacio de encuentro con sus chicos.
"Este lunes vamos a ver con qué nos encontramos, sé que están las cosas básicas para empezar nada más, nos falta mucha ayuda de la provincia. Todos en el pueblo sabíamos que esto alguna vez iba a suceder y cada vez que sonaba la sirena hacíamos un simulacro de evacuación, pero esto superó todo lo previsto", refirió.
Junto con otro grupo de maestros, Díaz organizó por iniciativa propia un día de camping con sus alumnos, donde jugaron al fútbol, comieron y charlaron para saber como estaban y prepararse así para esta nueva relación que, en este caso, trasciende a lo meramente educativo.
"Los noté angustiados pero con ganas de juntarse y charlar, por eso es importante recuperar la escuela. Muchos de ellos perdieron todo, se están armando pequeñas casillas al borde de la ruta donde se alojan los padres pero sabemos que a muchos niños los enviaron a San Salvador, por lo que no conocemos con qué matrícula vamos a contar", subrayó el profesor.
Entre los proyectos que tienen para los próximas semanas están llevarlos a un cine y hacer actividades recreativas, todo por iniciativa de los propios maestros ya que "en este momento lo importante es el afecto y la contención, esa debe ser la función de la escuela", destacó Díaz.
Los docentes acordaron dar contenidos conceptuales las primeras semanas y en las mesas de exámenes hacer una selección de temas, ya que se priorizó el vínculo afectivo por sobre los contenidos pedagógicos en la primera parte del año.
También en la pequeña localidad bonaerense de La Emilia, de 5.000 habitantes, se vivirá este lunes un día especial en el inicio de clases. Ese pueblo del partido de San Nicolás, en el norte provincial, sufrió el 17 de enero pasado la peor inundación de su historia al romperse un terraplén que contenía el agua de lluvia, y toda la ciudad quedó tapada por al menos seis metros de agua.
Fabiana Mazas es docente de matemáticas desde hace 26 años y hace más de diez que ejerce en la Escuela Técnica 5 con orientación en Informática, que alberga a unos 500 alumnos. La escuela perdió todo su mobiliario, libros y documentación y el proyecto de un playón deportivo que se iba a inaugurar este año quedó en la nada ante la fuerza del agua.
Será tiempo de escucharnos, acompañarnos, ser solidarios y asistir a los chicos con el material que se pueda”
Fabiana Mazas, docente de matemática
Mazas también sufrió la inundación en su vivienda, situada cerca del arroyo que desbordó y le hizo perder muchas cosas de valor: "Ahora avanzo como puedo, primero hago un trabajo de carpintería, después compro algo, pero lo más grave es que perdí toda mi documentación".
"Hace unas semanas se reunió el gabinete docente de la escuela y vimos cómo había quedado. Las máquinas en las que trabajaban los chicos están inutilizadas, oxidadas, muchas no sirven. Se perdió mucho mobiliario, pizarrones, bancos y fundamentalmente los legajos", destacó Mazas.
La provincia de Buenos Aires envió los elementos básicos, pero lo que más preocupa a los docentes es cómo van a encontrar a sus alumnos. "Vamos a ver chicos que se inundaron y perdieron todo y otros que no, ya que muchos viven en San Nicolás. Será tiempo de escucharnos, acompañarnos, ser solidarios y asistir a los chicos con el material que se pueda".
Para Mazas son varias las emociones que tendrá el inicio de este ciclo lectivo: "Bronca, tristeza, pero habrá que encontrar un equilibrio. Muchas de la familias son conocidas y tendremos que acompañarlas en este proceso. Superar también nuestra propia angustia de ver esas imágenes tremendas. Tanto fue así que lloramos todas las docentes en las reuniones". etiquetas