Espectáculos
23/02/2017 salas
María Elena Sardi: "El Papa es hoy Fray Bartolomé de las Casas"
La autora y una de las tres protagonistas de "La controversia de Valladolid", obra que se estrena el sábado a las 22 en la sala porteña La Máscara y donde se exalta la figura de Fray Bartolomé de las Casas, consideró que el legado del fraile dominico que defendió los derechos de los pueblos originarios de América "hoy se expresa a través de Bergoglio".
"El Papa Francisco sería Fray Bartolomé de las Casas cuando, por ejemplo, va a Santa Cruz de la Sierra y avala la lucha de los pueblos por las tres T (tierra, techo y trabajo)", resaltó Sardi durante una entrevista con Télam.
La autora, directora y actriz, de 75 años y una extensa y reconocida trayectoria, insistió con la vigencia de la figura de Bartolomé de las Casas, que desarrolló su labor política y evangélica en América en el 1500 y "al que -dice- meten en cana por su posición pro derechos humanos y en el siglo XIX vuelve a surgir pero cuando (Francisco) Franco llega al poder en España estuvo otros 40 años silenciado y ahora volvió de nuevo".
La dramaturga de "Con olor a agua florida" y "Las obreras", asume en "La controversia…" a quien también fue cronista, filósofo, teólogo, jurista y obispo de Chiapas y al que definió como "un personaje difícil que te atraviesa mal".
"Bartolomé tiene una emotividad enorme porque se siente con culpa por haber sido joven, muy rico, un soldado que persiguió, mató, tiene encomiendas, mucho oro, y mucha tierra. Pero, de pronto, un día, el dominico Antonio de Montesinos da un sermón sobre lo que se estaba haciendo con los indios y eso lo modifica. Y vuelve a España y regala todo", describió.
La propuesta de la pieza que los sábados a las 22 subirá a escena en La Máscara (Piedras 736, Capital) bajo puesta y dirección de Lizardo Laphitz, suma las actuaciones de Leonor Soria y Beatriz Apás, quienes respectivamente asumen a otros dos religiosos varones: Juan Ginés de Sepúlveda (que defiende las políticas imperiales españolas) y Domingo de Soto (suerte de mediador entre las posturas antagónicas de Bartolomé y Sepúlveda).
La acción ubica al terceto femenino como integrante de un elenco teatral que está desentrañando cómo asumir ese pasaje histórico que se desarrolló en el Colegio de San Gregorio de Valladolid en diciembre de 1550 y que pone en foco la conquista de América llevada adelante por los españoles que algunos estudios señalan que dejó como saldo 56 millones de muertos entre los habitantes americanos.
"Me metí en la Licenciatura en Historia de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo y ahora estoy en el sexto año, algo que hice para poder escribir esto", aseguró Sardi.
A su izquierda, la periodista y actriz Soria, que es compinche de Sardi desde que compartieron el Conservatorio de Arte Dramático, subrayó que "lo interesante es el espíritu teatral de María Elena para establecer esas relaciones en donde aparece toda una bibliografía que esta mujer ha masticado durante seis años de tal manera que creo que podría tomarle examen al Papa".
Por su parte, el director Laphitz, anfitrión de la charla en el estudio del barrio porteño de Palermo donde acabó de finalizar un ensayo, apuntó que "cuando leí la obra me encantó y me atrapó por el juego de una compañía de teatro que está ensayando una obra y frente a la que sentí que lo único que tengo que hacer es organizar un poco lo que ellas aportan".
Más allá de la modestia, el puestista (antes responsable de poner títulos como "La lista", "Nuestro fin de semana" y "Los hermanos queridos", entre más), añadió que "esta es una obra que requiere de un compromiso político muy importante para hacerla".
En esa sintonía y felices por el desafío a transitar, Sardi retomó la palabra y sostuvo que "yo no tenía previsto laburar como actriz pero estoy tremendamente contenta con el trabajo desplegado ya que hicimos como un seminario y creo que no hay muchos directores capaces de hacer eso y discutir frase por frase durante casi cinco meses".
Mientras que Soria (que paseó su sensibilidad por títulos como "Lobo… ¿estás?", "Don Gil de las calzas verdes" y "Cinco siglos de jaque mate"), destacó que "cuando tenés un director que sabés que quiere a los actores, te deja hacer, no te da miedo a equivocarte y va recortando, es un placer. Y no es fácil porque todo el mundo pide el resultado ya y acá no se trabaja para el resultado".
A lo que Laphitz aportó: "Para mí el teatro es trabajo en grupo y entre todos se encuentra una manera de contar una historia. No hay un camino, hay que hacer el camino para contar la historia".
En ese tránsito, la dramaturga celebró ese trabajo colectivo sobre su texto porque, dijo, "hay autores a los que le cambiás algo y es como si les cortaras un pie y yo en eso no creo porque yo no escribo desde el escritorio, lo hago como desde el escenario". etiquetas