Los docentes rurales pertenecientes a la ciudad de Tartagal, día a día recorren los kilómetros a los cuales fueron designados para desempeñarse laboralmente. En todos estos lugares los docentes son testigos de las necesidades de los alumnos que acuden a las escuelas y los alumnos son testigos de los sacrificios que ellos hacen por enseñar.
En el km 18 de la Ruta Nacional N°86, los ex alumnos del IEM Promo 97 entregaron donaciones a los pobladores de esa comunidad, los ex alumnos se sienten comprometidos con ayudar a pesar de encontrarse distribuidos en toda Argentina como así también en otros países. El protagonista que realizó la movida fue Manuel Sánchez uno de los ex compañeros, quien logró recolectar las donaciones de Córdoba para ser enviadas.
Gustavo Gorriti, docente rural, comenta acerca del contacto que posee con la promoción 97. “Estamos siempre en contacto, y yo los he hecho partícipe de las vivencias mías como docente rural. Les envío fotos, videos. Los hago partícipe de la realidad de mis alumnos y de sus familias. Entonces a partir de ello se hicieron eco de estas necesidades enviando donaciones para ayudar a estas personas”. Ésta fue la segunda ocasión que se logra donar, la primera fue distribuida en la comunidad de Pacará, sobre Ruta 86. Y “la idea de la misma es que la gente sepa que esto es ayudar de corazón a la gente que más lo necesita”, cerró Gorriti.
Por otra parte, Rodrigo Ramos, docente rural de Educación Física, comentó también acerca de sus vivencias en las comunidades. Él se encuentra ejerciendo en Km 17, donde también cuenta sobre la inauguración del edificio del Colegio Secundario N°5185, y expresa que les hacía “mucha falta” , ya que anteriormente compartían el edificio con la escuela primarias. Continúa explicando que además, el colegio posee varias aulas distribuidas en Tonono, Pacará, Bodadá, Lapacho I, entre otros lugares. También contó sobre la preparación y tiempo que demanda ejercer la docencia en lugares distantes de la ciudad. “En el momento en que uno acepta estas horas sabe que demanda un tiempo antes de lo que es el horario de entrada, en el caso mío entro a las 13:00h. Por ello, a las 11:30h tengo que estar comiendo para salir a las 12:00h. Como así también tenemos que revisar el vehículo en el que nos manejamos. Tiene su tiempo de preparación para llegar a estas aulas”, acoto Ramos.
El sacrificio que implica trabajar en todos lugares tiene su costo, sin embargo, tienen la satisfacción de llevar la educación y el conocimientos, como así también la empatía y la ayuda por el prójimo. “Como muchos de mis colegas, ésto lo hacemos con pasión y llegamos a lugares donde piensan que los docentes no están… Aquí cuando hace calor, el sol te mata, y cuando hace frío, te quema, y así se maximiza todo. Cuando llueve también, nos ha tocado quedarnos parados en la ruta, a mi colega cargar la moto varias veces por el barro, pero lo hacemos con amor”, finalizó Ramos.